Este martes, Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno español, hizo su reaparición pública al inaugurar el nuevo máster que codirige en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Este evento se dio en medio de un ambiente cargado de polémica, ya que la UCM ha cancelado otro máster que ella coordinaba debido a investigaciones relacionadas con corrupción y tráfico de influencias.

Durante su intervención, Gómez instó a las organizaciones no gubernamentales (ONGs) a proporcionar "más transparencia" a los jóvenes, afirmando que su contribución debe pasar "del donativo a la acción". Esto desbloquearía la capacidad de los jóvenes para convertirse en "protagonistas de los cambios sociales". Su discurso atrajo la atención no solo por su contenido, sino por el contexto en el que se producía.

La inauguración del máster de Formación Permanente en Dirección de Fundraising, un programa enfocado en la captación de fondos en el sector sin ánimo de lucro, se realizó en CaixaForum (Madrid) bajo el lema "Activismo 4.0: la generación Z y el futuro del tercer sector". Expertos en captación de fondos debatieron sobre las relaciones de la nueva generación con las ONGs, y los retos y oportunidades que enfrentan.

Gómez aparece en un momento crítico, justo después de que se confirmara que la UCM no impartiría este año el máster de Transformación Social Competitiva, que se encuentra bajo investigación judicial. Un juez está indagando si hubo favoritismo en la creación de la cátedra que antes le daba soporte, lo que sería un conflicto de interés dado su vínculo familiar con el presidente del Gobierno.

Además, la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de posponer el recurso presentado por su defensa, que solicitaba el archivo del caso, deja en la incertidumbre su futuro legal. La situación es complicada, y muchos se preguntan si la nueva iniciativa educativa podrá despejar las sombras del pasado.

Los escándalos de la Universidad Complutense no son menores, ya que la cancelación del máster está relacionada directamente con problemas de reputación que han dañado la imagen de la institución. Según informes, esta decisión no solo se basa en la polémica en torno a Gómez, sino también en la baja demanda y el interés del estudiantado por este tipo de formaciones, lo que plantea un interrogante sobre la viabilidad futura de programas similares.

La UCM ha admitido que la percepción pública y la devaluación de su prestigio han jugado un papel crucial en estas decisiones recientes. Este giro en la narrativa institucional ha dejado a muchos en la comunidad académica cuestionando hasta dónde puede llegar el impacto del escándalo y cómo repercutirá en futuros másters relacionados con el ámbito social.