La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha expresado este jueves su preocupación sobre el 'señalamiento' que, según ella, están sufriendo los bancos a causa del nuevo impuesto propuesto por el Gobierno. "Parece que el sector es 'tóxico', y es realmente lamentable", afirmó en el Encuentro del Sector Financiero, un evento organizado por Deloitte y ABC.

Kindelán hizo un llamado a los diputados de la Comisión de Hacienda del Congreso, instándolos a tener una visión a largo plazo y a rechazar la creación de este nuevo gravamen. Advierte que este impuesto podría obstaculizar el crecimiento y el desarrollo social, planteando que perjudica tanto a las entidades como a la economía en general.

Su crítica surge en un contexto donde otras industrias, como la energética, han logrado evadir impuestos. Además, las empresas inmobiliarias Socimi, como Merlin y Colonial, han mostrado su intención de deslocalizar si también se ven afectadas en su particular régimen fiscal.

La situación se complica aún más con las declaraciones del consejero delegado del BBVA, Onur Genç, quien lanzó una dura crítica comparando el trato a la banca con el de industrias como el diésel y el tabaco, que enfrentan incrementos impositivos sin precedente.

Kindelán también advirtió sobre la incertidumbre geopolítica que se cierne sobre el panorama internacional, especialmente con el contexto de la política de Estados Unidos. “Este impuesto representa un lastre en nuestra capacidad para prepararnos frente a futuros problemas económicos”, aseguró.

Por su parte, Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), apoyó públicamente a la banca, afirmando que los impuestos no deberían perjudicar la solvencia del sector ni la concesión de créditos. La importancia de mantener un sector bancario fuerte se ha convertido en una consigna imprescindible en estos tiempos inciertos.

Manuel Illueca, presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), también se dirigió a Kindelán, asegurando que "en modo alguno se pretende demonizar al sector financiero", tratando de calmar las tensiones entre el Gobierno y las instituciones bancarias.

El futuro inmediato del sistema financiero español se oscurece con estos desarrollos, y sólo el tiempo dirá cómo evolucionarán estas tensiones y su impacto en la economía general. Los banqueros temen que este tipo de medidas puedan llevar a un endurecimiento de las condiciones de crédito, lo cual afectaría a consumidores y empresas por igual. ¡El sector bancario está en la cuerda floja! ¿Qué pasará si el nuevo impuesto se aprueba? Mantente informado!