A pesar de la abrumadora evidencia científica que desmiente la relación entre las vacunas y el autismo, el mito persiste e incluso resurgen con fuerza en tiempos de campañas de vacunación. En las últimas semanas, durante la campaña contra la bronquiolitis, han vuelto a circular en redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea afirmaciones engañosas sobre este tema, las cuales se remontan a un artículo fraudulento publicado en 1998 que ha sido ampliamente desacreditado.

Recientemente, se difundió un video en WhatsApp titulado 'Documento inédito', afirmando que 'un doctor vietnamita radicado en Estados Unidos confirma que las vacunas son la causa del autismo', incluso involucrando a figuras públicas como Bill Gates en esta retórica alarmista. Además, en plataformas como la red social X, usuarios han propagado mensajes afirmando que ‘las vacunas pueden causar autismo e incluso llevar a la muerte’.

Esta desinformación no solo es peligrosa, sino que puede tener consecuencias devastadoras para las personas que padecen autismo y sus familias. La creencia infundada en una conexión entre las vacunas y este trastorno puede desalentar a los padres de vacunar a sus hijos, poniendo en riesgo la salud pública al aumentar la vulnerabilidad a enfermedades prevenibles.

La comunidad médica ha reiterado que las vacunas son seguras y efectivas, y que la exposición a rumores infundados puede provocar un aumento de casos de enfermedades que anteriormente estaban controladas. Es imperativo que tanto padres como educadores se informen adecuadamente y busquen fuentes confiables para combatir estos mitos que amenazan la salud y bienestar de nuestras comunidades.