La brasileña Fernanda Torres, de 59 años, sorprendió al llevarse el Globo de Oro a mejor actriz de drama, convirtiéndose en la única candidata que pasea por las calles de Los Ángeles sin ser reconocida, y superando a grandes como Kate Winslet y Nicole Kidman. Su papel en ‘Ainda Estou Aqui’ (Aún estoy aquí) cuenta la historia real de la esposa de un desaparecido durante la dictadura brasileña, un relato que resuena fuertemente en la actualidad, especialmente con las tensiones políticas en Brasil tras el ataque bolsonarista del 8 de enero de 2023.

La película, dirigida por Walter Salles, se estrenó en el Festival de Venecia en 2024, coincidiendo con el 60 aniversario del golpe militar que instauró la dictadura. Desde su lanzamiento, ‘Aún estoy aquí’ ha deslumbrado a tres millones de espectadores en Brasil en solo dos meses. Esta obra se ha convertido en un símbolo de reflexión sobre el pasado y el presente del país, invitando a los brasileños a confrontar y recordar su historia.

La historia comienza en 1971, donde seguimos a Eunice Paiva (interpretada por Torres) y su esposo Rubens Paiva (Selton Mello), quienes llevan una vida aparentemente perfecta en Río de Janeiro. Sin embargo, la represión militar interrumpe brutalmente su vida familiar cuando son apresados por agentes de la dictadura. La narrativa está basada en las memorias de uno de los hijos de los Paiva, quien comienza a escribir sobre su madre mientras lidia con su enfermedad de Alzheimer.

La crítica ha elogiado el estilo vintage de la película, que evoca las grabaciones en Super 8 de aquella época y pone de relieve la lucha de Eunice por encontrar a su marido y por mantener a su familia unida. Variety ha calificado la película como un “retrato profundamente conmovedor de la memoria sensorial de una familia —y una nación— destrozada”. Su proyección en cines ha llevado a que audiencias jóvenes expresen su mensaje de resistencia, levantándose para corear “¡Ditadura, nunca más!” al finalizar las funciones.

El premio de Torres tiene un significado especial no solo para ella, sino también para su madre, la icónica actriz Fernanda Montenegro, quien ha sido una figura emblemática en el cine brasileño. Su figura también refleja el esfuerzo por la visibilidad del talento latinoamericano en el escenario internacional, que no siempre recibe la atención adecuada.

Aún con su fuerte mensaje político, la película se presenta con moderación y calidez, enseñando sin ser panfletaria, algo que resuena en el contexto del actual gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha utilizado la película como parte de la conmemoración del asalto al Capitolio.

‘Aún estoy aquí’ no solo es un hito del cine, sino una invitación a recordar los horrores de la dictadura, mientras Brasil continúa lidiando con su historia no resuelta. El éxito de la película ha abierto un diálogo renovado sobre la memoria colectiva y el reconocimiento de las víctimas, reafirmando la necesidad de justicia en un país que a menudo vive dividido por el legado de su historia.