Una tormenta perfecta ha golpeado a los migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia, el gobierno estadounidense ha tomado una decisión controvertida: cerrar la aplicación CBP One, utilizada para solicitar asilo. Este anuncio ha dejado atónitos a cientos de migrantes que, llenos de esperanza, esperaban su turno en los puntos fronterizos autorizados. En cuestión de horas, la app dejó de funcionar, mostrando un mensaje alarmante: 'Las citas programadas han dejado de ser válidas'.

Margelis, una madre venezolana que viaja con su hijo y su esposo, fue una de las primeras en ser impactada. Llorando, mostró a los periodistas su cita confirmada, programada para el 20 de enero a las 13:00. "Nos hemos quedado tan cerca que duele", manifestó, reflejando el desamparo de muchos, quienes han esperado meses bajo el sol y el frío, solo para enfrentar este nuevo revés.

A lo largo de la frontera, las voces de desconsuelo resonaban. Yalideth Sánchez, una programadora de 35 años, expresó: "Me siento deprimida. He invertido todo mi dinero y, al otro lado, me esperaba mi hijo". Los migrantes que se aferraban a sus esperanzas ahora ven cómo sus ilusiones se desvanecen. Las familias que han cruzado de países como Venezuela, Cuba, Colombia y Perú ahora se encuentran en un limbo, sin saber cuál será su futuro.

Esta mañana, bajo cero, el último grupo de migrantes de la era Biden cruzó el puente de Juárez. Sin embargo, al enterarse de la cancelación de citas a través de sus dispositivos, su desesperación fue palpable. La incertidumbre reinaba mientras algunos pedían a los guardias que les dejara permanecer en el puente hasta su cita, solo para ser enviados afuera, donde el frío se hacía sentir aún más. ¿Qué harán ahora sin un camino claro hacia la legalidad?

La aplicación CBP One fue lanzada en 2023 como un intento del gobierno de Joe Biden para gestionar el flujo migratorio y brindar cierta seguridad a quienes pedían asilo. Pero con el cierre repentino de esta herramienta, se han multiplicado las preguntas: ¿Trump implementará un nuevo sistema? ¿Qué sucederá con aquellos que se encontraban en proceso? Las respuestas siguen siendo un misterio, y la tensión no hace más que crecer.

En lugares como Tijuana, las largas filas de migrantes son ahora un recordatorio del caos. Al menos unas 100 personas esperan en la frontera, algunas con bebés y niños pequeños. "Me temo que la situación va a empeorar", advierte el sacerdote Pat Murphy, director de la Casa del Migrante en Tijuana. Las amenazas de Trump de deportar a millones de personas han dejado a muchos atrapados entre la desesperación y el temor.

Odalys Fundicheli, de 62 años, llegó de Cuba con la esperanza de reunirse con su familia en Dallas. Tenía una cita programada, pero la cancelación dejó a su lado a su nieta Lía, llorando desconsoladamente. "No sé qué será de nosotras. Es la primera vez que salimos de Cuba y ahora probablemente tengamos que quedarnos aquí", comentó con lágrimas en los ojos.

Con la situación actual, el futuro de cientos de migrantes está en la cuerda floja, mientras todos esperan noticias sobre lo que vendrá en el nuevo capítulo migratorio de los Estados Unidos.