Ciencia

¡Atención! Un neurólogo revela la sorprendente dieta que combate el ictus y que hemos olvidado en España

2024-09-24

Cada año, España registra hasta 120.000 nuevos casos de ictus, una afección que se ha convertido en la principal causa de incapacidad en el país. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), de esos casos, aproximadamente 35.000 resultan en incapacidades graves y 25.000 en muertes. Sin embargo, lo alarmante es que un asombroso 90% de estos accidentes cerebrales podría prevenirse con un estilo de vida saludable.

Si no actuamos, los expertos advierten que la incidencia de ictus podría incrementarse en un preocupante 35% en los próximos 15 años. ¿Qué medidas debemos tomar para evitar esta trágica proyección? Es fundamental eliminar el tabaco, reducir el consumo de alcohol y evitar las drogas. Igualmente importante es controlar los factores de riesgo cardiovascular como la obesidad, la hipertensión, los altos niveles de colesterol y la diabetes. Además, realizar ejercicio físico regularmente y adoptar una dieta sana son acciones clave.

El Dr. John David Spence, un destacado neurólogo canadiense de la Universidad Western Ontario, ha estado investigando las isquemias cerebrales y ha publicado un artículo en la revista Stroke and Vascular Neurology sobre la mejor dieta para prevenir el ictus. Según el Dr. Spence, "la dieta mediterránea de Creta" es la más eficaz para la prevención del ictus, superando incluso a las dietas de Japón y Finlandia.

La clave de la dieta mediterránea

Contrario a la creencia popular, esta no es una dieta baja en grasas. El experto enfatiza que la clave reside en tener un índice glucémico bajo y un alto aporte de grasas saludables, que deben representar más del 40% de la ingesta total, provenientes de fuentes como el aceite de oliva y el aceite de colza. También incluye un elevado consumo de cereales integrales, frutas, verduras y legumbres. Aunque la dieta mediterránea es el patrón alimentario tradicional en España, su cumplimiento ha disminuido por la creciente presencia de alimentos ultraprocesados y cambios en los hábitos alimentarios.

Un estudio español, Predimed, demuestra que la dieta mediterránea tiene un impacto mucho más positivo en la salud en comparación con las dietas bajas en grasas. Este estudio evaluó una dieta baja en grasa frente a dos tipos de dieta mediterránea: una enriquecida con aceite de oliva y otra con una mezcla de frutos secos. Ambas variantes redujeron significativamente los eventos cardiovasculares, y la versión con frutos secos logró disminuir los ictus en un impresionante 47% en un período de cinco años.

¿Qué alimentos incluir y cuáles evitar?

La dieta mediterránea se basa en el consumo de frutas (preferiblemente como postre), verduras, legumbres y un alto consumo de frutos secos. Como fuente principal de grasa se utiliza el aceite de oliva, y las proteínas provienen del pescado, los huevos y productos lácteos en moderación. Aunque los embutidos son una parte tradicional de la dieta española, se recomienda limitar el consumo de carne roja y procesada, que solo debe ser ocasional. El agua es la bebida predilecta en esta dieta.

Para aquellos con un riesgo mayor de sufrir un ictus, el Dr. Spence aconseja evitar las yemas de huevo y limitar el tamaño de la porción de carne a no más del tamaño de la palma de la mano, priorizando el pescado y el pollo. Es vital que la grasa principal utilizada sea siempre aceite de oliva, que en España es la norma pero no en otros lugares.

Este enfoque alimentario no solo previene el ictus, sino que también contribuye a una vida más larga y saludable. Implementar estas recomendaciones en nuestra rutina diaria podría ser crucial para reducir el riesgo de ictus y mejorar nuestra calidad de vida. ¡No pasemos por alto el poder de los alimentos saludables!