Un nuevo estudio científico ha revelado información impactante: vivir cerca de un aeropuerto podría aumentar significativamente el riesgo de problemas de salud, especialmente relacionados con el corazón. Investigadores del University College London han examinado a más de 3,600 personas que residen cerca de los principales aeropuertos de Inglaterra, incluyendo Heathrow y Gatwick. ¿Los resultados? Alarmantes.

Los expertos encontraron una correlación significativa entre la exposición a altos niveles de ruido provenientes de aeronaves y cambios en la estructura y función cardíaca. Aquellos que sufrieron el ruido de las pistas de aterrizaje presentaron músculos cardíacos menos flexibles y más gruesos, lo que compromete la eficiencia del corazón para bombear sangre adecuadamente.

El daño no se limita solo al día; el ruido nocturno genera aún más estragos. La alteración del sueño y la elevación del estrés relacionados con el constante zumbido de los aviones afectan la salud en general, incluida la capacidad del corazón para descansar y recuperarse efectivamente.

Un caso ejemplar se dio en Torrejón de Ardoz, Madrid, donde los residentes cercanos a la Base Aérea sufrieron horribles perturbaciones en su vida diaria durante la Guerra del Golfo en 1990 y 1991, lo que les llevó a no poder asistir a clases debido al estruendo constante.

Pero eso no es todo. La contaminación acústica propiciada por el tráfico aéreo puede activar el sistema nervioso simpático, aumentando la presión arterial y liberando hormonas del estrés, como el cortisol. Estos efectos pueden provocar inflamación y enfermedades cardíacas, como la aterosclerosis, que puede resultar mortal si se producen coágulos. ¡Es un ciclo peligroso!

Los expertos advierten que vivir en zonas con alta actividad aérea multiplica por cuatro el riesgo de sufrir eventos cardíacos severos. Este llamado es claro: si resides cerca de un aeropuerto, es hora de estar alerta sobre tu salud y tomar medidas para mitigar estos riesgos!