El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) ha tomado medidas decisivas para la próxima campaña estacional de vacunación contra la gripe, adquiriendo un impresionante total de 399.000 dosis de vacunas, lo que representa una inversión global de 4,7 millones de euros. Esta acción busca proteger a la población frente a la gripe y otros virus respiratorios, especialmente en un contexto donde la salud pública se mantiene como prioridad.

Como parte de esta estrategia integral, el Gobierno de Asturias ha estado trabajando desde abril en la planificación de esta temporada de vacunación, que nuevamente propone tres campañas en simultáneo: la del virus respiratorio sincitial, que puede ser particularmente grave en los más pequeños; la de la gripe estacional; y la de la COVID-19. Sin duda, se trata de una maniobra que refleja la importancia de la inmunización contra diferentes enfermedades en un mismo periodo.

Las autoridades sanitarias han definido una población diana para la vacunación, en línea con las directrices del Ministerio de Sanidad y otras comunidades autónomas. Es fundamental tener en cuenta que no todas las vacunas son adecuadas para todos los grupos de edad y que sus características pueden variar, lo que determina la elección del tipo de vacuna a administrar en función de la edad y el colectivo.

En particular, la campaña contra la gripe y la COVID-19 se centrará en dos grandes grupos: por un lado, personas con mayor riesgo de sufrir complicaciones, como los menores de 5 años y las personas mayores de 60. También se incluye a aquellos que residen en centros de discapacidad o residencias de ancianos, así como a otros colectivos institucionalizados durante periodos prolongados.

Por otro lado, se priorizará la vacunación de aquellos profesionales que trabajan en servicios esenciales para mantener la actividad social y reducir el impacto del virus. Esto incluye personal de centros de salud, cuerpos de seguridad, servicios de bomberos y Protección Civil.

La vacuna es especialmente recomendable para la población menor de 60 años que presente factores de riesgo como diabetes, obesidad grave, enfermedades cardiovasculares o respiratorias, así como embarazadas y personas convivientes con pacientes inmunosuprimidos. Adicionalmente, la vacunación se sugiere para la población infantil de 6 a 59 meses y para personal de guarderías y centros educativos.

Cabe destacar que la vacunación infantil es crucial, ya que ayuda a generar anticuerpos que combaten eficazmente el virus, reduciendo significativamente la probabilidad de enfermedades severas y complicaciones asociadas, tales como la neumonía o la sinusitis. En este contexto, las autoridades hacen un llamado a la ciudadanía a participar activamente en esta campaña, que sin duda será vital para mantener la salud pública en Asturias.