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Assange se enfrenta a su nueva vida: "Soy libre porque me declaré culpable de hacer periodismo"

2024-10-01

"Elegí la libertad sobre una justicia inalcanzable"

Julian Assange, de 53 años y fundador de Wikileaks, ha comparecido públicamente por primera vez tras su liberación, afirmando que eligió la libertad en lugar de enfrentar una justicia que considera "irrealizable". "Estoy libre hoy después de años de encarcelamiento porque me declaré culpable de hacer periodismo, culpable de buscar información de una fuente, y de informar al público sobre esa información", enfatizó.

Sin embargo, Assange también reveló que su acuerdo con las autoridades estadounidenses le impide presentar una denuncia por la solicitud de extradición y obtener claridad sobre los hechos que sucedieron durante su detención. "Nunca habrá una audiencia pública sobre lo que pasó", lamentó.

Un cambio profundo y doloroso

En un emotivo encuentro, Assange estuvo acompañado por su esposa Stella y el editor de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson. Durante su declaración, Assange reconoció que aún no está completamente preparado para hablar sobre su dura experiencia. "El aislamiento ha tenido un coste que aún estoy tratando de superar", confesó visiblemente afectado.

Después de 14 años en distintas formas de detención, primero en la embajada de Ecuador en Londres y luego en prisión, Assange describió su readaptación a la vida en libertad como un "cambio realmente profundo". "La transición tras años de condena en una cárcel de máxima seguridad antes de aparecer ante representantes de 46 países ha sido abrumadora", añadió.

Encaminado hacia el futuro

En las últimas horas, Assange se embarcó en un viaje a Australia tras formalizar su pacto con la justicia estadounidense en la isla de Saipán. Este acuerdo le permitió evitar una extradición que podía llevarlo a enfrentar hasta 175 años de prisión por cargos de espionaje.

Al hablar sobre su nueva vida, Assange mencionó los retos que conlleva su regreso. "Mi readaptación incluirá tanto experiencias positivas como complicadas, como volver a ser padre de un hijo que ha crecido sin mí y retomar mi papel como esposo", expresó con nostalgia.

Assange también expresó sus intenciones futuras: participará en un evento en Estrasburgo que busca destacar la importancia de los informantes, el cual considera un "primer paso significativo" en la defensa de la libertad de prensa. El caso de Assange es un recordatorio escalofriante de los límites de la libertad de expresión, desatando un debate global sobre la seguridad, el periodismo y el derecho a la información.

Desde que Wikileaks publicó más de 250,000 documentos clasificados sobre las guerras en Afganistán e Irak en noviembre de 2010, Assange ha estado en el centro de la controversia, enfrentando acusaciones de violación y acoso sexual que muchos ven como parte de un intento más amplio de silenciar su trabajo.

La historia de Assange continúa resonando en todo el mundo, llevando consigo preguntas profundas sobre la ética periodística y los derechos humanos. ¿Qué futuro le espera a este valiente informante y periodista, y cómo su lucha influirá en la defensa de la libertad de prensa a nivel global? Las respuestas están aún por verse.