En un avance tecnológico que parece sacado de una película de ciencia ficción, China ha desarrollado un dron de pequeño tamaño llamado Crazy Li, que incorpora un poderoso láser capaz de atravesar metal con una facilidad asombrosa.

Este innovador sistema se basa en un láser de alta potencia que no solo puede dañar estructuras materiales, sino que también tiene el potencial de cegar temporalmente a sus objetivos. El dron no emite el láser directamente; en cambio, está diseñado para recibir y reflejar un láser de 1 kilovatio que es enviado desde una estación terrestre. Este método ingenioso permite que drones más ligeros porten la tecnología sin el peso adicional del láser.

Crazy Li se convierte así en un arma con posibles aplicaciones militares y de combate, capaz de vaporizar tejidos humanos e incluso desintegrar elementos como madera y plásticos en milisegundos. Para ponerlo en perspectiva, este láser puede derretir una placa de acero de 2,54 centímetros de grosor en solo 17 segundos. Además, su invisibilidad al ojo humano añade una capa de dificultad para su detección, lo que lo hace aún más efectivo en situaciones de combate.

Según la investigación publicada en la revista Acta Armamentarii y reportada por el South China Morning Post, este tipo de tecnología no es algo nuevo en el ámbito bélico, pero su integración en drones de pequeño tamaño sí representa un cambio significativo en las tácticas de guerra modernas. A esto se suma el hecho de que el uso conjunto de múltiples drones puede amplificar su letalidad en el campo de batalla, lo que podría cambiar las reglas del juego en las confrontaciones futuras.

El desarrollo de Crazy Li no es un caso aislado. En este año, China también ha presentado un submarino autónomo destinado a la guerra, además de estar trabajando en un número considerable de armas espaciales. Todo esto apunta a una clara estrategia del país asiático para modernizar y expandir sus capacidades militares en diversas áreas.

Aunque los resultados de pruebas reales aún no han sido revelados, la comunidad internacional observa de cerca estos avances con un ojo crítico. La cuestión de cómo estas nuevas armas afectarán la dinámica global de la seguridad y la defensa es de gran interés.