Alicia Álvarez, psicóloga: “Todos viviremos sucesos que pueden ser traumáticos, pero no todos desarrollaremos el trauma”
2025-01-07
Autor: Laura
En su libro *¿Cuánto pesa tu mochila?* (Arpa), la psicóloga Alicia Álvarez, de 37 años y originaria de Barcelona, aborda el trauma como una experiencia común que no necesariamente está ligada a grandes catástrofes o tragedias personales. “Todos somos susceptibles de desarrollar un trauma en algún momento de nuestras vidas, ya que todos enfrentamos acontecimientos potencialmente traumáticos”, explica la directora asistencial y de investigación en la Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
A pesar de que el trauma puede surgir de diferentes experiencias, sorprendentemente, las cifras de trastorno de estrés postraumático no aumentan drásticamente después de eventos como los atentados del 11-S. “Lo que determina que desarrollemos un trauma no es solo el acontecimiento en sí, sino más bien nuestra experiencia subjetiva y cómo gestionamos el evento”, señala.
Cuando hablamos de trauma, nos referimos al trastorno de estrés postraumático (TEPT). La amígdala, una estructura cerebral clave para las emociones, reacciona intensamente ante situaciones de peligro, lo que provoca una sobrecarga de información y puede dificultar el funcionamiento del hipocampo, encargado de almacenar recuerdos. Este desajuste provoca en las personas traumatizadas una pérdida de la secuencia temporal de los eventos y un recuerdo constante de la experiencia vivida, en lugar de simplemente recordarlo.
“Esto asusta y muchas personas optan por evitar todo lo que les recuerde lo sucedido”, explica Álvarez. Sin embargo, esta evitación puede llevar a problemas aún mayores, incluyendo el aislamiento social y un incremento en la irritabilidad. “El cerebro necesita aprender a manejar y enfrentar situaciones que inicialmente fueron amenazantes”, añade.
Alicia revela que aproximadamente nueve de cada diez personas experimentará al menos un evento traumático en su vida, y tres de cada diez tendrá cuatro o más. Aun así, enfatiza que no todos desarrollarán un trastorno postraumático. “El malestar puede ser un indicador, pero muchos no se dan cuenta de que su vida cotidiana está condicionada por el trauma”, comenta.
La cultura de buscar ayuda profesional en España es aún limitada, lo que puede llevar a que la gente no reconozca la necesidad de terapia, incluso cuando experimentan malestar. “En nuestro sistema de salud pública, se hacen buenos diagnósticos, pero no siempre hay suficientes profesionales para atender a todos los que lo necesitan”, añade.
En el ámbito de las relaciones personales, Alicia identifica los problemas de pareja como una fuente común de traumas. “Cualquier relación íntima puede tener interacciones que generen dolor, especialmente entre parejas o con figuras parentales”, advierte.
Aunque los padres a menudo temen causar trauma involuntariamente en sus hijos, Álvarez asegura que el objetivo debería ser ser 'suficientemente buenos'. “Los niños necesitan sentir que son amados incondicionalmente, sin importar los errores que puedan cometer”, concluye.
En un mundo donde las tragedias parecen ser cada vez más comunes, la perspectiva de que cada uno de nosotros puede enfrentar y superar el trauma se vuelve crucial. La búsqueda de ayuda profesional y el entendimiento de nuestras emociones son pasos esenciales hacia la recuperación.