Salud

¡Alerta! Solo uno de cada tres pacientes logran niveles óptimos de colesterol tras un infarto

2025-04-07

Autor: José

El colesterol LDL, conocido popularmente como colesterol 'malo', es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares. En aquellos pacientes que han sufrido un infarto de miocardio, es crucial reducir sus niveles a través de un tratamiento farmacológico intensivo para prevenir futuros eventos y disminuir la mortalidad.

Un exhaustivo estudio realizado por el CLÍNIC-IDIBAPS en conjunto con el Consorcio de Atención Primaria de Salud Barcelona Izquierda (CAPSBE) y publicado en la revista BJGP Open ha analizado casi 2.000 casos de personas que han sufrido un infarto, evaluando sus niveles de colesterol LDL y los tratamientos que han recibido.

Los resultados son alarmantes: solo uno de cada tres pacientes logra alcanzar los niveles recomendados por las guías clínicas. Además, se revela que las mujeres y las personas mayores tienden a recibir tratamientos menos intensivos, lo que se traduce en un control deficiente del colesterol.

Luis González de Paz, investigador del CAPSBE y del grupo de Investigación Transversal en Atención Primaria del IDIBAPS, subraya la necesidad de prestar atención a las desigualdades de género y edad, sobre todo en quienes ya poseen antecedentes cardiovasculares y requieren un seguimiento y tratamiento más riguroso.

¡La verdad que nadie quiere escuchar sobre el colesterol!

Los datos muestran que apenas el 35% de los pacientes estudiados consigue reducir sus niveles de colesterol LDL por debajo de los 70 mg/dl, que es el objetivo recomendado por guías clínicas previas. Esta proporción disminuye aún más si consideramos el nuevo umbral para pacientes de alto riesgo: solo un 12% logra niveles inferiores a 55 mg/dl.

Para combatir eficazmente el colesterol LDL, las guías clínicas sugieren adoptar un estilo de vida saludable, que incluya dejar de fumar, incrementar la actividad física y mejorar la dieta. En muchos casos, es necesario iniciar un tratamiento con estatinas de alta intensidad, que han probado su eficacia para reducir significativamente el colesterol 'malo'.

Núria Sánchez-Ruano, médica de familia del CAPSBE y también parte del equipo investigador, comenta: "A pesar de la existencia de protocolos claros para el tratamiento intensivo del colesterol, la mayoría de los pacientes solo utilizan dosis bajas. Esto sugiere que, aunque disponemos de la opción de prescripción, no la estamos utilizando adecuadamente, y aún tenemos mucho trabajo por hacer para mejorar estos resultados."

¡Un escándalo de desigualdad! Trato diferente según género y edad

En referencia a las disparidades de género, el estudio indica que las mujeres tienen un 10% menos de probabilidades de recibir un tratamiento intensivo con estatinas en comparación con los hombres, incluso cuando sus niveles de colesterol son más altos.

González de Paz menciona: "Este hallazgo podría ser síntoma de un estereotipo que asocia las enfermedades cardiovasculares únicamente con hombres, ignorando que las mujeres también las padecen. La tradición médica enfocada desde una perspectiva masculina podría estar perpetuando estas desigualdades en el tratamiento."

Por otro lado, el estudio también evidencia una preocupante discrepancia relacionada con la edad: los pacientes más mayores suelen recibir tratamientos menos intensivos que sus contrapartes más jóvenes. A los 34 años, la probabilidad de recibir un tratamiento de alta intensidad alcanza el 50%, pero esta cifra cae al 21% en pacientes de 65 años o más.

Sánchez-Ruano señala: "Esto puede estar relacionado con la percepción de que los tratamientos intensivos son menos adecuados para personas mayores, a pesar de que las guías clínicas recomiendan administrarlos siempre que no haya contraindicaciones."

Estas opiniones destacan un problema más amplio, que se ve exacerbado por el envejecimiento de la población: el edadismo, que es la creencia errónea de que las personas mayores son menos aptas para ciertos tratamientos. ¡Es urgente y necesario visibilizar estas desigualdades para asegurar una atención equitativa para todos los pacientes!