Las inundaciones provocadas por la DANA no solo han dejado daños materiales, sino que ahora se revela un nuevo y silencioso enemigo: la humedad y el moho que amenazan con desencadenar infecciones respiratorias, especialmente entre los más vulnerables, como embarazadas, niños y personas con enfermedades respiratorias. Salvador Peiró, un reconocido experto en Medicina Preventiva y Salud Pública, ha señalado que aunque no se prevé un brote generalizado de neumonías, sí existe un riesgo potencial serio para estos grupos de riesgo.

La limpieza y desinfección de los hogares en las áreas más afectadas es crucial para prevenir la proliferación del moho. Peiró enfatiza que es vital ventilar adecuadamente las casas, sugiriendo el uso de desinfectantes como lejías y una correcta técnica de secado. "Abrir las ventanas es fundamental para mejorar la ventilación y acelerar el secado de las paredes", aconseja.

Además, el experto añade que la utilización de ventiladores y aire acondicionado (siempre que no estén mojados) es una excelente forma de ayudar a secar los espacios interiores. Por otro lado, las afectaciones en garajes inundados podrían tardar más en solucionarse, pero se aclara que son de menor riesgo ya que generalmente no se pasa tanto tiempo en ellos.

En exteriores, el uso de mascarillas se vuelve esencial para prevenir la inhalación de polvo y partículas que pueden estar presentes en el fango seco. Peiró recalca que, debido al olor fuerte y la insalubridad, la población probablemente comenzará a utilizar mascarillas de forma natural.

Las recomendaciones de Sanidad incluyen no solo el uso de mascarillas, sino también guantes, protección ocular y ropa de mangas largas mientras se llevan a cabo las tareas de limpieza. Esto se debe a la necesidad de prevenir heridas que podrían infectarse por la exposición a condiciones insalubres. En este contexto, Marciano Gómez, conseller de Sanidad, instó a la atención médica inmediata en caso de cortes o heridas.

Asimismo, se ha empezado a reportar los primeros casos de gastroenteritis post-inundación, un fenómeno esperado ya que las condiciones insalubres y el agua estancada pueden llevar a la proliferación de bacterias peligrosas. Las autoridades sanitarias no están tomando estos temas a la ligera; la catedrática de Parasitología de la Universitat de València, Dolores Bargues, sostiene que han recibido orientaciones de expertos internacionales sobre la importancia de mantener vigilancia sanitaria, algo que aumenta la tranquilidad de la población afectada al saber que se están tomando las medidas adecuadas.

La salud pública se encuentra en alerta y es fundamental que todos los implicados sigan las recomendaciones al pie de la letra. La situación exige responsabilidad y atención, no solo para mitigar los efectos visibles de la DANA, sino para prevenir problemas de salud que podrían surgir a largo plazo. ¡La salud está en tus manos!