La Junta de Andalucía ha incluido a once municipios de la provincia de Cádiz en su lista de zonas que enfrentan un alto riesgo de despoblación. Esta medida busca implementar una serie de beneficios económicos para sus habitantes.

Las localidades afectadas, todas con menos de 3.000 residentes, son: Algar, Benaocaz, El Bosque, Castellar de la Frontera, El Gastor, Grazalema, San Martín del Tesorillo, Setenil de las Bodegas, Torre Alhàquime, Villaluenga del Rosario y Zahara de la Sierra. La mayoría se ubican en la comarca de la Sierra, que es particularmente vulnerable.

Cabe destacar que el límite de este estudio, fijado por el Gobierno Central, es de 5.000 habitantes, lo que implica que hay muchas más localidades andaluzas en riesgo a pesar de que no han sido incluidas en esta lista negra. En total, se estima que hay 426 pueblos en toda Andalucía con amenaza de despoblamiento, lo que representa más de la mitad de sus municipalidades.

Los pueblos gaditanos que se encuentran por debajo de los 1.000 habitantes son escasos: Benaocaz (754), Torre Alhàquime (800) y Villaluenga del Rosario (467). Sin embargo, en otras provincias andaluzas, hay varios pueblos con menos de 500 habitantes, lo que acentúa el riesgo de despoblamiento en Cádiz y en las comunidades que la rodean.

Los municipios gaditanos que no alcanzan los 3.000 habitantes son los mencionados anteriormente, con Algar (1.436), El Bosque (2.249), Castellar de la Frontera (2.976), El Gastor (1.698), Grazalema (1.998), y Setenil (2.636), siendo San Martín del Tesorillo el más cercano con 2.754 habitantes.

La inclusión de estos pueblos en el listado no significa que todos ellos enfrenten el mismo nivel de riesgo. La Junta de Andalucía evalúa distintas variables, incluyendo la pérdida acumulada de población en el siglo XXI y la densidad poblacional por kilómetro cuadrado, lo que incide en su clasificación.

A pesar de los desafíos, cinco de estas localidades han mostrado un crecimiento en su población desde el año 2000, lo que sugiere cierta recuperación: Benaocaz (+95), El Bosque (+374), Castellar (+445), Villaluenga (+9) y un San Martín del Tesorillo que solo se separó de Jimena de la Frontera en 2000.

Por otro lado, Zahara ha perdido 205 residentes, Torre Alhàquime ha visto una disminución de 133, Setenil de las Bodegas ha perdido 443, Grazalema 242, El Gastor 255 y Algar 342. En comparación, la capital provincial de Cádiz también sufre una notable despoblación, siendo la ciudad con el saldo vegetativo más negativo.

Entre las medidas adoptadas por la Junta de Andalucía para combatir este fenómeno y proteger los municipios más vulnerables, se han implementado incentivos fiscales. Por ejemplo, los residentes de estas localidades pueden beneficiarse de un tipo reducido del 3,5% en el impuesto de Transmisiones Patrimoniales Onerosas al adquirir una vivienda, siempre que su valor no exceda los 150.000 euros. Esto representa un ahorro significativo en comparación con el tipo general del 8%, lo que se traduce en miles de euros de diferencia.

En la lucha por mantener la población, será fundamental que se implementen políticas efectivas que generen un dinamismo económico y atractivo para los jóvenes, quienes son la clave para revertir la tendencia de despoblación y dar continuidad a estas bellas localidades gaditanas.