Salud

¡Alerta mundial! Tres factores desatan el horror del aumento de ictus

2024-09-19

El alarmante incremento de los casos de accidentes cerebrovasculares (ictus) es motivo de gran preocupación a nivel global. En este contexto, un reciente estudio publicado en 'The Lancet Neurology' ha identificado tres factores principales que podrían estar detrás de esta crisis de salud pública: la creciente contaminación del aire, las altas temperaturas extremas y los factores metabólicos de riesgo presentes en la población.

Cada año, aproximadamente 12 millones de personas sufren un nuevo accidente cerebrovascular, y más de siete millones de estas tragedias resultan en la pérdida de vidas. Desde 1990, se ha documentado un aumento del 70% en los casos diagnosticados y un incremento del 44% en la mortalidad vinculada a esta condición. Resulta inquietante que, a pesar de que la tasa de mortalidad por enfermedades como el sida, la malaria y la tuberculosis ha disminuido en un 60%, los ictus presentan un crecimiento dramático en sus estadísticas.

Un desafío crucial de salud pública

El estudio revela que alrededor del 84% de los ictus pueden atribuirse a 23 factores de riesgo modificables, que incluyen no solo la contaminación del aire, sino también la obesidad, la hipertensión y el hábito de fumar, todos ellos completamente prevenibles. La creciente exposición a estos riesgos representa una oportunidad para la prevención, pero también un alarmante desafío sanitario.

Uno de los puntos más preocupantes del informe es el notable aumento del 72% en la incidencia de ictus provocados por temperaturas extremas desde 1990, lo que plantea interrogantes sobre el impacto del cambio climático en la salud cardiovascular de la población. Además, por primera vez se establece una relación directa entre la contaminación del aire por partículas en suspensión y la hemorragia subaracnoidea, una forma de ictus que es particularmente mortal. De hecho, la contaminación atmosférica es responsable del 14% de las muertes y discapacidades causadas por este tipo de hemorragia, una cifra comparable a la atribuida al tabaquismo.

Cuidado: Desigualdad entre regiones

El análisis también pone de manifiesto una disparidad alarmante en la carga de los accidentes cerebrovasculares entre países de diferentes niveles de ingresos. En regiones de ingresos bajos y medios, como Asia Oriental, Asia Central y África subsahariana, las tasas de incidencia, mortalidad y discapacidad son hasta 10 veces superiores a las de países de altos ingresos. En contraste, naciones como Nueva Zelanda, Canadá y Australia muestran tasas significativamente más bajas de ictus, gracias a políticas de salud pública más robustas, como espacios libres de humo y áreas de aire limpio.

Catherine O. Johnson, coautora del estudio, enfatiza la necesidad de intervención global inmediata para abordar estos problemas. "Es crucial implementar políticas enfocadas en combatir la obesidad, los síndromes metabólicos y el control de la hipertensión, así como reducir la contaminación del aire", subraya. A pesar de algunas reducciones en la carga de accidentes cerebrovasculares debidas a una disminución en ciertos hábitos de riesgo, como las dietas desequilibradas y el tabaquismo, se requiere un enfoque más agresivo, especialmente en naciones de bajos ingresos, donde el acceso a servicios de salud es aún más limitado.

Este estudio no solo resalta la gravedad del problema, sino que también nos recuerda que aún hay tiempo para implementar cambios significativos que puedan salvar vidas. La campaña es clara: cambiar nuestros hábitos y mejorar el entorno es clave para enfrentar esta creciente epidemia. ¡Es hora de actuar! Sigamos atentos a estas conclusiones y a la evolución de esta alarmante tendencia.