Durante años, la publicidad ha promovido las bebidas azucaradas como la "chispa de la vida", pero un nuevo estudio ha lanzado una advertencia alarmante: estos refrescos son responsables de más de tres millones de casos de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares cada año. Publicado en la prestigiosa revista *Nature Medicine*, el estudio se basa en un exhaustivo análisis de datos de 184 países, revelando que uno de cada diez nuevos casos de diabetes y uno de cada 30 accidentes cardiovasculares pueden ser atribuidos a estas bebidas. La mayor parte de estos alarmantes resultados se registró en regiones como el África subsahariana, América Latina y el Caribe, donde los hábitos alimenticios han cambiado hacia un estilo de vida más occidentalizado.

En 2020, se estimó que 2,2 millones de nuevos casos de diabetes y 1,2 millones de accidentes cardiovasculares fueron atribuidos al consumo de bebidas azucaradas, lo que representa un 9.8 % y un 3.1 % de todos los casos, respectivamente. Laura Lara Castor, profesora en la Universidad de Washington y autora principal del estudio, subraya la grave carga de enfermedades cardiometabólicas asociadas a estas bebidas: "La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo y la diabetes sigue en aumento".

Un análisis del *British Medical Journal* también señala que la incidencia de diabetes tipo 2 ha aumentado casi un 60 % entre adolescentes y jóvenes en las últimas tres décadas, lo cual agrava aún más la situación. Olga González Albarrán, jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón, menciona que, aunque el estudio no demuestra causalidad, se han realizado investigaciones previas en la misma línea que evidencian esta problemática.

El consumo medio de bebidas azucaradas en España fue de tres por semana en adultos mayores de 20 años en 2020. Las mujeres consumieron un promedio de 2.8 bebidas semanales, mientras que los hombres alcanzaron 3.1. Los datos también revelan que las personas con menor nivel educativo optan más por estas bebidas, con un consumo de 3.1 comparado con 2.3 para aquellos con estudios superiores.

En un análisis que abarca datos desde 1990 hasta 2020, se destaca un aumento del 16 % en el consumo de bebidas azucaradas, que coincide con un aumento en los casos de diabetes, especialmente en África subsahariana. Este vínculo es evidente para los expertos, quienes advierten sobre la peligrosa tendencia.

A pesar de los numerosos estudios que advierten sobre los riesgos de estas bebidas, el consumo sigue en aumento. La industria de las bebidas azucaradas ha respondido agresivamente a las políticas de salud pública, intensificando su publicidad y cuestionando la efectividad de dichas políticas, algo que recuerda las tácticas de la industria tabacalera en décadas pasadas.

Lo más inquietante es que, según González Albarrán, más de 350,000 muertes en todo el mundo son directamente atribuibles al consumo de estas bebidas. Este fenómeno se debe a que las calorías vacías de los refrescos no generan sensación de saciedad, lo que lleva a un consumo excesivo sin la misma conciencia que al comer. Su elevado contenido de azúcar y, en algunos casos, cafeína, hace que estas bebidas sean altamente adictivas.

Si no se toman medidas urgentes, el futuro parece sombrío. La normalización del consumo de refrescos y su constante presencia en nuestra dieta podría seguir provocando un aumento en las enfermedades globales. ¿Qué estás dispuesto a hacer para cuidar tu salud en medio de este asalto azucarado? ¡Actúa antes de que sea demasiado tarde!