El huracán John, un ciclón de categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson, tocó tierra en la noche del lunes en el estado de Guerrero, al sureste de México. Las proyecciones apuntan a que este ciclón generará lluvias extremadamente intensas y vientos destructivos, lo que ha llevado a la suspensión de clases en varias localidades del país.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), cuando John hizo su aterrizaje, sus vientos alcanzaron los 195 kilómetros por hora, con ráfagas que lograron acercarse a los 220 km/h. A las 21:30 hora local (03:30 GMT del martes), el ciclón se encontraba a solo 10 kilómetros al este de Copala, y a 40 kilómetros al noroeste de Punta Maldonado, en Guerrero, causando creciente preocupación en la población.

Este poderoso fenómeno llega justo un año después del devastador huracán Otis, que asoló Acapulco, convirtiéndose en el ciclón más fuerte de la temporada pasada. Otis, que tocó tierra como un huracán de categoría 5, dejó a su paso 51 muertos y pérdidas estimadas en 3.200 millones de dólares.

John, con su amplia circulación, está generando lluvias extraordinarias en Guerrero y Oaxaca, donde se esperan acumulaciones superiores a 250 mm, y lluvias torrenciales en Chiapas, de entre 150 y 250 mm. Las autoridades anticipan oleajes peligrosos, con alturas entre 5 y 7 metros, especialmente en la costa occidental de Oaxaca y el oriente de Guerrero. Además, se pronostican vientos fuertes con rachas que podrían sobrepasar los 200 km/h.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha instado a la población a tomar precauciones y a buscar refugio en áreas seguras. “Lo más importante es la vida; los bienes materiales pueden repararse. Estaremos muy atentos a la situación", reiteró.

Mientras tanto, Laura Velázquez, responsable de Protección Civil en Guerrero, junto a la gobernadora Evelyn Salgado, han informado que se activará el Plan DN-III, involucrando a las fuerzas armadas en la ayuda a las comunidades más afectadas. A la fecha, se han habilitado 299 refugios para proteger a la población en riesgo.

Las clases han sido suspendidas no solo en Guerrero, sino también en Oaxaca, como una medida preventiva frente a la inminente llegada de John.

Cabe recordar que, solo la semana pasada, la tormenta Ileana ya había producido daños en Sinaloa, aunque de menor magnitud. Y la temporada de ciclones ha sido activa, con el huracán Beryl y la tormenta Chris que, aunque sin casos fatales, dejaron consecuencias en julio, y el golpe de la tormenta Alberto en junio, que tuvo un saldo trágico de seis fallecidos en Nuevo León.

Las proyecciones para la presente temporada señalan la posibilidad de hasta 41 ciclones con nombre en el Atlántico y el Pacífico, con al menos cinco de ellos golpeando a México, lo que mantiene a las autoridades en alerta continua.