A partir del próximo curso escolar, todos los alumnos de los centros educativos en España recibirán formación obligatoria en prevención y protección frente a catástrofes naturales. Esta iniciativa, impulsada por el gobierno, busca preparar a las futuras generaciones para enfrentar situaciones de emergencia como incendios forestales, erupciones volcánicas e inundaciones devastadoras.

El Consejo de Ministros aprobó recientemente un Real Decreto que incluye un Plan de Formación específico. Este programa se llevará a cabo con la ayuda de técnicos de Protección Civil y Servicios de Emergencia, quienes impartirán clases diseñadas para educar a los estudiantes sobre la correcta acción a seguir en caso de un evento natural adverso.

El Ministerio de Educación ha destacado que los contenidos de esta formación estarán adaptados a la edad y nivel de los estudiantes. Así, se realizarán varias sesiones en los centros educativos, garantizando que todos los menores de edad estén debidamente preparados.

Este plan educativo no solo incluye charlas informativas, sino también talleres prácticos dirigidos a docentes y padres, junto con simulacros que permitirán a los alumnos experimentar cómo reaccionar en situaciones de emergencia. La formación se personalizará según los fenómenos naturales más probables según la ubicación de cada escuela, asegurando que todos los alumnos reciben una preparación relevante y efectiva.

El objetivo es claro: formar a la comunidad educativa para que esté lista ante cualquier desafío climático, minimizando así riesgos y potenciales daños.

En paralelo, este decreto también contempla medidas para los alumnos de Formación Profesional afectados por las recientes lluvias torrenciales (DANA). Los estudiantes de este nivel no tendrán que realizar las prácticas durante el primer año, pudiendo llevarlas a cabo en el segundo. Esto forma parte de un esfuerzo mayor del gobierno para asegurar que todos los jóvenes completen exitosamente sus estudios, a pesar de las adversidades.

El Ministerio de Educación coordinado con las comunidades autónomas trabajará junto con empresas de todo el país para ofrecer alternativas que permitan a los estudiantes cumplir con sus prácticas formativas, evitando así que un desastre natural afecte su educación.

Además, se reconocerán las horas dedicadas al voluntariado en las materia relacionadas con sus estudios, lo que proporcionará a los alumnos valiosa experiencia práctica en sus respectivos campos. Finalmente, los diseñadores de programas de formación profesional para trabajadores también verán un incremento en los plazos para la realización de acciones formativas, asegurando que nadie se quede atrás en su preparación ante los desafíos del futuro.