Recientes estimaciones de la consultora Afry han puesto de manifiesto un hecho alarmante: si España no aborda el estancamiento de la demanda eléctrica, se prevé que tirará un asombroso 35% de su electricidad renovable para el año 2026. Estas cifras fueron presentadas en una jornada de análisis de parques eólicos organizada por la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y reflejan el grave impacto que tiene la congestión de nodos eléctricos y la caída de los precios energéticos en el país.

La creciente oferta de energía renovable, en un contexto de demanda estancada, ha llevado a que los precios del mercado mayorista experimenten mínimos históricos en este 2024. En algunas áreas, como las Islas Canarias, los vertidos de energía renovable han alcanzado hasta el 70% de la producción de ciertos parques, lo que pone de relieve la ineficiencia del sistema actual.

Particularmente crítica es la situación en lugares como el nudo de Zaragoza, donde se reporta un alto nivel de vertidos tanto en la energía eólica como fotovoltaica. Estos vertidos se han convertido en un obstáculo mayor para acelerar la instalación de nuevas capacidades renovables, esenciales para cumplir con los objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

El PNIEC, que prevé llegar a 62 GW de energía eólica para 2030, incluyendo 3 GW provenientes de parques offshore, establece que España debe duplicar su capacidad instalada actual en solo cinco años. Sin embargo, las cifras en torno a nuevas instalaciones son preocupantes: durante 2023, solo se instalaron 607 MW, mientras que en 2024 se han logrado cifras mejores, alcanzando 1 GW, pero aún no suficientes para cumplir con los objetivos necesarios.

La presidenta de la AEE, Rocío Sicre, ha advertido sobre la necesidad urgente de aumentar la electrificación y acoplar el crecimiento de la generación renovable con el incremento de la demanda eléctrica. “Si no solucionamos esta situación a corto plazo, podríamos enfrentar escenarios extremadamente desfavorables que paralizarían los esfuerzos realizados hasta ahora”, ha enfatizado.

Sicre ha subrayado la importancia de mantener y aumentar la producción de energía eólica en España como una prioridad no solo energética, sino también económica y climática. La experiencia muestra que la energía eólica es actualmente la única tecnología renovable que se puede fabricar en Europa a gran escala, lo que resalta la necesidad de políticas que protejan y fortalezcan la cadena de valor local.

Si España quiere estar a la vanguardia en el uso y desarrollo de energías renovables, es crucial que implemente estrategias efectivas que no solo aumenten la capacidad de producción, sino que también eviten las pérdidas masivas de electricidad que podrían ocurrir en el futuro. ¡La cuenta atrás ha comenzado!