El devastador fenómeno meteorológico conocido como DANA (depresión aislada en niveles altos) comenzó el 29 de octubre en la provincia de Valencia, España, dejando una estela de destrucción que ha cobrado al menos 217 vidas y ha provocado decenas de desaparecidos. Sin embargo, las consecuencias van más allá de los daños materiales y la pérdida de vidas, ya que se prevé un alarmante incremento en la aparición de hasta seis tipos de infecciones.

Expertos de la Universidad de Valencia y la Universidad de Barcelona, en colaboración con la Sociedad Española de Epidemiología y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, han lanzado una advertencia crucial sobre los riesgos para la salud pública en las áreas afectadas. Se prevé que las siguientes infecciones puedan aumentar tras este desastre:

1. Tétanos

Una enfermedad grave del sistema nervioso causada por esporas de Clostridium tetani, que pueden ingresar al organismo a través de cortes o heridas. Los síntomas pueden aparecer entre 7 y 14 días después de la infección.

2. Infecciones gastrointestinales

Enfermedades que se pueden propagar a través de la contaminación del agua y alimentos.

3. Infecciones bacterianas

Incluyendo aquellas provocadas por Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes, especialmente a través de heridas expuestas a ambientes contaminados.

4. Leptospirosis

Esta infección bacteriana, que se transmite principalmente a través de la orina de animales infectados, puede ser fatal si no se trata adecuadamente.

5. Infecciones virales

Hepatitis A, cólera y tifus, que presentan un mayor riesgo cuando las condiciones sanitarias son deficientes.

6. Dengue

Aunque los casos son poco frecuentes en España, la proliferación de mosquitos tras las inundaciones podría dar lugar a brotes, lo que constituye una causa de preocupación. Recientemente, se reportaron brotes en Cataluña, y los expertos temen que la situación se repita en Valencia.

La DANA fue provocada por la interacción del calor residual del verano y una repentina invasión de aire frío, lo que llevó a intensas lluvias y a un colapso de infraestructuras en la Comunidad Valenciana. Las autoridades han subrayado la urgencia de establecer medidas preventivas para evitar un aumento de infecciones.

Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, enfatizó en la importancia de la prevención en su entrevista con Antena 3, recomendando la vacunación contra el tétanos para todos aquellos que hayan estado expuestos a situaciones de riesgo. Los hospitales locales ya están comenzando a administrar vacunas a las personas que presentan lesiones.

Es crucial que la población afectada tome precauciones. María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), aconsejó lavarse las manos frecuentemente y desinfectar cualquier herida expuesta a agua contaminada. También hizo un llamado a evitar alimentos y agua que puedan haber estado en contacto con aguas estancadas.

Los especialistas advierten que el riesgo para personas inmunodeprimidas o con heridas abiertas es especialmente alto. El contacto con agua estancada también puede propiciar la aparición de infecciones más graves, lo que pone en jaque la salud de muchas personas en las zonas afectadas.

La DANA ha dejado lecciones duras sobre las vulnerabilidades ante desastres naturales. La combinación de efectos ambientales adversos y la falta de infraestructura de salud adecuada podría desencadenar una crisis sanitaria. No solo es vital asistir a los damnificados de inmediato, sino que además se deben establecer planes sostenibles de prevención para enfrentar esta emergencia.

Los ciudadanos deben estar alertas y seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias, mientras que los expertos continúan monitoreando la situación con gran preocupación.