Contexto de la tragedia

Los municipios devastados por la DANA siguen sufriendo las consecuencias de la riada que ocurrió hace dos meses. La alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent, ha expresado su frustración ante la falta de planes de trabajo concretos para abordar las necesidades reales de la comunidad. "Es inaceptable que, a dos meses de la tragedia, aún no se hayan limpiado adecuadamente dos de los 33 garages afectados en nuestra localidad", comentó Silvent, advirtiendo que este lento avance está dificultando la recuperación de la normalidad.

Situación en Catarroja

La situación en Catarroja no es la única preocupante; también se requieren obras urgentes en centros educativos, el conservatorio y el auditorio, todos cerrados. Las instalaciones deportivas también siguen inoperativas, dejando a la comunidad sin opciones recreativas y sociales.

Situación en Paiporta

Por su parte, en Paiporta, la alcaldesa Maribel Albalat ha afirmado que, aunque se han realizado algunos avances, la situación sigue siendo crítica. "Las calles continúan cubiertas de barro, y solo el 20% de los comercios han podido reabrir", aseguró. La recuperación del tejido comercial se ha convertido en una de las principales preocupaciones, ya que muchos residentes de las viviendas en planta baja enfrentan problemas de humedad persistente tras la inundación.

Acciones del Ayuntamiento de Utiel

El Ayuntamiento de Utiel no se queda atrás en llamar a la acción. El alcalde Ricardo Gabaldón ha enfatizado la necesidad de acelerar los trámites para las ayudas y ha instado a realizar sin demora las inspecciones técnicas en las 300 viviendas afectadas. Actualmente, muchas familias se ven obligadas a vivir en segundas residencias o con familiares desde el 29 de octubre. Gabaldón subraya que estos retrasos no solo impiden a las familias empezar los trabajos de recuperación, sino que agravan aún más su situación.

Impacto económico y exigencias políticas

Mientras tanto, a pesar de que algunos comercios han reabierto, el consumo ha disminuido gravemente, y todavía hay caminos rurales que necesitan reparaciones urgentes, con daños que ascienden a 10 millones de euros. La actividad económica sigue afectada, y todos los municipios afectados exigen con urgencia una respuesta eficaz y planes de trabajo concretos para recuperar su calidad de vida.