A medida que crecen las tensiones en Líbano, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha confirmado que tiene un plan de evacuación «listo y preparado» para los casi mil españoles que actualmente se encuentran en el país. La mayoría de estos ciudadanos tienen doble nacionalidad, lo que complica aún más la situación en caso de una emergencia. El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, ha asegurado que los españoles en Líbano son «nuestra primera prioridad». En su registro consular, España dispone de la información de contacto de estos ciudadanos, lo que facilitaría una evacuación rápida si fuera necesario.

Desde Nueva York, donde ha estado en reuniones con los ministros de Exteriores de la UE antes de la Asamblea General de la ONU, Albares enfatizó la gravedad de la situación en Líbano, describiéndola como «histórica» debido a la cantidad de víctimas y heridos que no se habían visto en las últimas tres décadas. Ante esta escalada de violencia, que ha alarmado a la comunidad internacional, se han activado protocolos para garantizar la seguridad de los ciudadanos españoles.

Por otro lado, la continuación de la misión de los cascos azules de la ONU, la FINUL, en la frontera entre Líbano e Israel, es una decisión que recae en Naciones Unidas. Hasta ahora, no se contempla una retirada de estos efectivos que están designados a mantener la paz. Sin embargo, el ministro Albares ha afirmado que se están analizando distintos escenarios para ajustarse a cualquier eventualidad que pudiera surgir en los próximos días, tras comunicar estos asuntos con el presidente Pedro Sánchez y el Secretario General de la ONU, António Guterres.

Las noticias desde Líbano no son alentadoras. Este mediodía, el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, anunció que Israel «acelerará las acciones ofensivas» contra el grupo armado Hizbolá, intensificando la preocupación en la región. Albares subrayó que la situación es sumamente alarmante, con bombardeos indiscriminados y movimientos de tropas hacia el norte de Israel. Hizo un llamado a la desescalada y al respeto del derecho internacional, subrayando que la solución a largo plazo se basa en la paz y la estabilidad. "Estamos aquí (en EE. UU.) para abogar por el orden y el respeto de las leyes internacionales; todos debemos trabajar juntos por una solución de dos Estados", concluyó el ministro.

La comunidad internacional sigue atenta, y los españoles en Líbano deben estar preparados para cualquier eventualidad. La posibilidad de un conflicto a gran escala es real, y el tiempo apremia para quienes se encuentran en la zona.