Las fuerzas rusas han dado un paso significativo en su avance hacia la estratégica ciudad ucraniana de Kurajove, al tomar control de la localidad de Sontsivka, en Donetsk, así como de la aldea de Lozova, en la región de Járkov. Esta información fue confirmada este domingo por el Ministerio de Defensa de Rusia.

Las tropas de la agrupación Zapad (oeste) han logrado hacerse con el control de Lozova, mientras que las fuerzas de la agrupación Centro han conquistado Sontsivka, ubicada al norte de Kurajove, que se encuentra bajo una creciente presión militar.

Recientemente, se había señalado la toma de otras localidades cercanas a Kurajove, un avance que fue corroborado por el proyecto ucraniano DeepState. Expertos de ambos lados aseguran que Moscú podría conseguir la conquista de Kurajove antes de que termine el año, así como la localidad de Velika Novosilka, lo que les permitiría controlar el sur del Donbás y acercarse a la frontera de Zaporiyia.

Este control territorial sería un golpe significativo para las fuerzas rusas, que centrarían sus esfuerzos en el cerco de Pokrovsk, a la par que impulsan su avance hacia Kostiantinivka. Este movimiento estratégico podría abrir camino para una ofensiva final en 2025 contra las ciudades de Kramatorsk y Sloviansk.

El Estado Mayor ruso estima que sus tropas han conquistado un total de 4,500 kilómetros cuadrados de territorio este año, aunque el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) sostiene que esta cifra es inflada, indicando que a Rusia aún le restan cerca de 8,000 kilómetros cuadrados por conquistar para tener el control total de la región de Donetsk.

En un esfuerzo por debilitar las defensas ucranianas, Rusia lanzó al menos 113 drones durante el fin de semana, incluyendo los conocidos ‘Shahed’ de fabricación iraní. Las defensas aéreas ucranianas lograron derribar al menos 57 de estos drones. Sin embargo, los que lograron aterrizar causaron daños en áreas residenciales en Járkov y Zaporiya, dejando a varias familias en la calle. En Járkov, cinco personas, incluida una niña de 12 años, resultaron heridas tras la destrucción de apartamentos por un dron.

A su vez, el ataque a la ciudad de Jersón sigue siendo devastador; dos bombas guiadas impactaron el hospital oncológico, aunque no se reportaron heridos en el personal ni pacientes. Sin embargo, la infraestructura sufrió daños significativos.

El pasado viernes, el bombardeo ruso dejó un saldo trágico de dos muertes y once heridos en Jersón, en lo que se considera uno de los ataques más letales de la guerra. Estos ataques han causado daños en algunos de los íconos arquitectónicos de la ciudad, como la Catedral Ortodoxa de Santa Catalina.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, compartió preocupantes actualizaciones sobre la intensificación de las operaciones rusas, destacando que Rusia ha lanzado más de 550 bombas guiadas, cerca de 550 drones y más de 20 misiles en solo una semana. “Esto es terrorismo ruso, y seguimos luchando contra ello. Agradezco a nuestros aliados por su continuo apoyo a Ucrania en este momento crítico,” afirmó Zelensky.

Con la situación intensificándose cada día, Ucrania enfrenta grandes desafíos en su lucha por la soberanía y la integridad territorial. La comunidad internacional observa con atención mientras ambos lados se preparan para lo que podría ser una fase más crítica del conflicto.