La llegada del invierno trae consigo no solo la nieve y las bajas temperaturas, sino también un aumento en el sufrimiento de las personas que padecen artrosis. Con cifras alarmantes, se estima que casi el 30% de la población española mayor de 40 años padece esta enfermedad, lo que representa un reto significativo para el sistema de salud. Pero, ¿sabías que el clima frío puede intensificar este problema?

En un mundo donde más de 600 millones de personas sufren artrosis, España no se queda atrás, con más de 7 millones de afectados, y la Sociedad Española de Reumatología (SER) ha notado un aumento preocupante de casos en personas jóvenes. Este fenómeno se debe en parte a la detección temprana, pero también está relacionado con hábitos como el deporte de alto impacto que desgasta las articulaciones, ¿te identificas?

Efectos del frío en las articulaciones

Cuando las temperaturas descenden y la humedad se hace presente, los músculos tienden a contraerse y se vuelven rígidos, lo que agrava el dolor articular. Además, los cambios en la viscosidad del líquido sinovial, que actúa como lubricante en las articulaciones, pueden inducir a una mayor inflamación, resultando en una rigidez y un dolor aún más intensos. Pero, ¡atención! No es el frío el que causa la enfermedad; los problemas reales residen en las articulaciones y el cartílago, donde el dolor, la rigidez y, en etapas avanzadas, las deformidades se vuelven más marcadas con el frío.

Consejos para aliviar el malestar

Desde la SER, se aconseja un enfoque proactivo para manejar los síntomas de la artrosis. Las terapias regenerativas, que incluyen el uso de agentes biológicos, distracción articular y tratamientos con células madre, han mostrado resultados alentadores. Estas no solo proporcionan alivio, sino que pueden modificar el curso de la enfermedad.

Adicionalmente, aquí hay algunas sugerencias para reducir el impacto del clima frío en tus articulaciones: 1. **Mantente caliente:** Usa ropa adecuada y mantén un ambiente cálido en tu hogar. 2. **Ejercicio moderado:** Realiza actividades físicas suaves, como nadar o andar en bicicleta, que no sobrecarguen tus articulaciones. 3. **Terapias de calor:** La aplicación de calor en las articulaciones puede ayudar a aliviar la rigidez y el dolor. 4. **Suplementos:** Considera suplementos como glucosamina y condroitina, que pueden beneficiar la salud articular. 5. **Consulta a profesionales:** La atención médica regular es esencial para monitorizar el progreso de la enfermedad y ajustar tratamientos.

La prevención y el tratamiento anticipado son clave para mejorar la calidad de vida de quienes padecen artrosis. Así que no te olvides de cuidarte, ¡la salud de tus articulaciones depende de ti!