Antes de cerrar cualquier camping, el Govern intentará implementar todas las medidas de seguridad necesarias para proteger a los usuarios y al medio ambiente. Sin embargo, existen varios puntos críticos en el mapa que han sido señalados en rojo, destacando los ríos del Pallars y la desembocadura del Tordera. Esto no implica que los campings en estas áreas vayan a desaparecer, pero sí recibirán una atención especial para garantizar la seguridad ante el riesgo de inundación.

La Agencia Catalana del Agua (ACA) y Protección Civil han estado evaluando durante años la situación de los campings en Catalunya, especialmente aquellos que se encuentran en áreas susceptibles a inundaciones. Expertos consultados aseguran que es crucial llevar a cabo un análisis exhaustivo antes de tomar cualquier decisión sobre el cierre o la modificación de actividades.

Los campings en las zonas pirenaicas son especialmente preocupantes, dado que se encuentran cerca de ríos con caudales que pueden aumentar rápidamente. Por otro lado, los campings situados en terrenos más planos en las últimas partes de los ríos tienen menos probabilidad de ser afectados por corrientes rápidas, pero sí pueden experimentar riadas.

Un tema importante es la existencia de embalses que podrían ayudar a controlar las crecidas y minimizar los riesgos. Algunos campings próximos a ríos de montaña, sin embargo, no cuentan con estas estructuras que pudiesen mitigar un aumento repentino del agua, lo que hace imperativo protegerlos de posibles torrenciales.

Controversia en la desembocadura del Tordera

Un caso notable se presenta en la desembocadura del río Tordera. Durante el temporal denominado Gloria, muchas áreas circundantes quedaron completamente inundadas, revelando un problema que hasta ese momento carecía de solución. En respuesta, la ACA comenzó a trabajar en un plan junto a un proyecto europeo, Reconect, para explorar soluciones a largo plazo.

El plan involucraba el desplazamiento de la mota de ubicación del río para contener los riesgos de inundación. Este desplazamiento podría aumentar la capacidad de la zona inundable, lo que significa una protección más efectiva para las propiedades más cercanas. Para materializar esta idea, era esencial reubicar el camping Capfun, que se encuentra en la ribera derecha del Tordera. Aunque el anterior Govern propuso un acuerdo para que Capfun cesara su actividad en ese lugar, no se alcanzó ningún consenso.

Los agricultores de la zona también se opusieron a estos planes, preocupados por la posibilidad de que sus cultivos resultaran dañados durante una inundación. Sin embargo, desde la ACA argumentan que, sin la mota, el agua, aunque inundara los campos, drenarían más rápidamente, causando daños menores en comparación a una inundación desbordante y descontrolada. Además, se preservaría la biodiversidad del ecosistema fluvial y deltaico.

Hoy por hoy, el proyecto continúa en consideración de la ACA, la cual busca consenso entre los implicados: agricultores, propietarios de campings, ambientalistas y ayuntamientos. A pesar de no haberse alcanzado un acuerdo hasta la fecha, el Govern de Salvador Illa tiene la responsabilidad de reunir a todas las partes interesadas para encontrar una solución viable para la situación del Tordera. La pregunta que todos se hacen es: ¿será posible lograr un equilibrio entre desarrollo turístico y seguridad ambiental?