Albert Riera, el destacado entrenador español nacido en Manacor en 1982, se encuentra en un momento crucial de su carrera en el fútbol. Actualmente dirigiendo al NK Celje en Eslovenia, Riera habla sobre las lecciones que ha aprendido durante su trayectoria como futbolista y cómo las aplica en su trabajo. En una conversación reciente, Riera reflexionó sobre su camino, desde su debut bajo la dirección de Luis Aragonés hasta su etapa con grandes entrenadores como Rafa Benítez y Roberto Mancini.

Destacó la importancia de adaptar su estilo de entrenamiento a la individualidad de cada jugador, enfatizando que la principal lección que aprendió de sus mentores es que no hay un enfoque único y que cada jugador tiene sus propias características y necesidades. "Es fundamental transmitir lo que sientes, porque los jugadores pueden percibir si no estás convencido", afirmó Riera.

Una de las anécdotas más impactantes que compartió fue su experiencia con Miguel Ángel Lotina. Al recordar un momento en el que, a una edad temprana, se mostró reticente a jugar en una posición que no le agradaba, Riera reflexionó: "Ahora, cuando veo a Lotina, le doy un abrazo y le pido perdón 2.000 veces. La arrogancia de ser joven me impidió aprender en ese momento". En su trabajo con los jóvenes jugadores, Riera enfatiza la importancia de la adaptabilidad y la apertura a nuevas experiencias.

Albert también reveló que comparte un grupo de WhatsApp con compañeros de su curso de entrenadores de la RFEF, que incluye a figuras como Xavi y Xabi Alonso. Aunque todos ellos tienen filosofías de juego distintas, comparten una pasión común por el fútbol. "Aún discutimos sobre tácticas y estrategias", comentó con una sonrisa, destacando la importancia de la colaboración entre entrenadores.

En el NK Celje, Riera ha implementado un enfoque centrado en el talento y la creatividad de los jugadores. Él cree que el papel del entrenador es proporcionar un marco dentro del cual los futbolistas puedan expresar su máximo potencial. "No quiero limitar a mis jugadores; si sabes driblar con ambas piernas, velo por donde te sientas más cómodo".

Sus recuerdos de cuando jugaba en Inglaterra le dan una perspectiva valiosa. Riera enfatiza que el fútbol británico tiene una mentalidad de constante competencia, donde no existe el miedo a perder incluso cuando se enfrenta al rival más fuerte: "En Inglaterra, ser favorito no garantiza nada. El fútbol es impredecible".

Como entrenador, su objetivo es que sus jugadores desarrollen no solo habilidades técnicas, sino también una mentalidad ganadora. "Mi estilo es ser proactivo, busco ser el protagonista del juego. Si perdemos, debemos hacerlo luchando, y si ganamos, que sea con clase". Riera espera competir de igual a igual contra el Betis en su próximo encuentro en la Conference League, enfatizando: "No estoy aquí para esperar, estamos aquí para jugar y disfrutar del fútbol".

En conclusión, Albert Riera es un claro ejemplo de cómo las experiencias pasadas como jugador pueden influir en la filosofía de entrenamiento actual. Con su mentalidad orientada al aprendizaje y la adaptabilidad, está decidido a dejar su huella en el mundo del fútbol, no solo como un director técnico, sino también como un mentor para la próxima generación de futbolistas.