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Alaska: "En el fondo soy una gótica prerrafaelita"

2024-12-14

Autor: David

En una reciente conversación telefónica con Alaska, la icónica figura de la música pop en español originaria de la Ciudad de México, se revelan detalles fascinantes sobre su vida y su nueva serie documental producida por Movistar Plus+ en colaboración con Shine Iberia. Aunque la charla se vio interrumpida en varias ocasiones, su chispa y buen humor brillarían en cada respuesta.

La artista, con 61 años de experiencia en la industria, reflexiona sobre su decisión de compartir su historia de una forma más profunda. Explica que la idea de realizar un documental ha estado presente durante una década, pero que anteriormente, las propuestas no le convencían. Finalmente, vio en esta nueva producción una oportunidad de abordar temas fundamentales de su vida, incluyendo la salud, el dinero y el amor. "No se puede avanzar si no estás bien", afirma.

Cuando se le pregunta sobre si hay un mensaje de reivindicación en su trabajo, Alaska niega hacerlo intencionalmente, aunque reconoce que al repasar su trayectoria, puede encontrar un lugar donde sentirse cómoda con quien es hoy. Sus años con Fangoria, que rescató parte de su repertorio anterior, la han llevado a un momento de autorreflexión y reconocimiento personal.

Alaska se define como 'un muermo', un comentario que hace eco de su autenticidad. En una era donde las redes sociales han cambiado la forma de comunicarnos, ella se ha mantenido firme en contar su verdad sin filtros, algo que aprecia de sus ancestros, como Concha Velasco, quien compartió con ella vivencias personales en un ambiente de confianza.

La lectura ha sido fundamental en su vida, y la describe como su "tabla de salvación". Entre sus libros favoritos destaca 'Middlesex', de Jeffrey Eugenides, pero nunca olvida las lecturas que marcaron su camino. La música y la literatura la alimentan, pero también comparte su amor por los viajes, como su experiencia en Delfos, un lugar que siente conecta sus raíces con la historia antigua.

Sus aventuras en Mazatlán le ofrecieron una nueva visión sobre la autoaceptación y sobre el cuerpo. Comparte recuerdos entrañables de viajes a Londres con su madre, donde aprendió a mirar el mundo desde diferentes perspectivas y se sentó en medio de manifestaciones que se tornaron significativas.

Alaska también menciona una relación especial con su cuerpo. A lo largo de su vida, ha lidiado con expectativas sociales sobre la apariencia, incluso buscando intervenciones estéticas. La manera en que se siente al mirarse en el espejo es sumamente importante para ella, y su proceso de aceptación ha sido intenso y liberador. "Soy una gótica prerrafaelita", dice, asegurando que cada faceta de su identidad es parte de su inspiración continua.

La relación de Alaska con la comida es compleja, refiriéndose a ella como su única adicción. Reconoce que se ha familiarizado con la cultura del exceso y cómo eso se traduce en su aproximación a la alimentación. Sin embargo, no teme a la muerte, sino a perder su autonomía y su capacidad para tomar decisiones.

Finalmente, se refiere a la importancia de hablar sobre la muerte con su círculo cercano. A pesar de no haber hecho un testamento vital, es consciente de que la vida es efímera y procurará tomar decisiones que reflejen su deseo de vivir en plenitud. Esta mezcla de humor y honestidad es un sello distintivo de su personalidad y de su enfoque ante la vida.

En conclusión, la historia de Alaska es un viaje a través de la música, la literatura, la autoaceptación y la vida misma. Una mujer que, a pesar de los altos y bajos, sigue siendo una figura emblemática y relevante en la cultura actual.