El Gobierno de Aragón, en colaboración con la Universidad de Zaragoza, ha revelado una medida crucial: la expansión de los puntos de control de transmisión de enfermedades por insectos y garrapatas en la zona del río Cinca, que abarca desde Monzón hasta Fraga.

Este ambicioso Plan de Prevención, Vigilancia y Control de enfermedades transmitidas por vectores ya se estaba llevando a cabo en Binéfar, donde los datos recopilados han generado gran preocupación entre expertos y ciudadanos.

Recientemente, se instalaron trampas para investigar diferentes especies de insectos que podrían ser portadores de enfermedades. Los resultados de este estudio inicial han confirmado la presencia de estos potenciales vectores, aunque hasta ahora no han presentado complicaciones en la salud humana.

Antonio Español, jefe del Servicio de Seguridad Alimentaria y Sanidad Ambiental del Gobierno de Aragón, enfatizó la necesidad urgente de continuar y ampliar el estudio, afirmando: “El descubrimiento de estos insectos resalta la importancia de esta investigación para la Salud Pública, con el objetivo de estar completamente preparados ante posibles brotes en el futuro.”

Importante destacar que, aunque se han identificado insectos competentes para propagar infecciones, las pruebas han demostrado que, en este momento, no portan ningún virus.

No obstante, los expertos advierten que las enfermedades transmitidas por vectores están en aumento a nivel global debido a factores como la globalización, que facilita el movimiento de personas y mercancías, y el cambio climático, que provoca incrementos en las temperaturas y variaciones en los patrones de precipitaciones. Esto hace que regiones antes consideradas seguras estén ahora en riesgo.

La situación se torna crítica, y las autoridades instan a la población a tomar precauciones, especialmente en áreas afectadas. Mantenerse informado y participar en las campañas de prevención son pasos cruciales para proteger nuestra salud.