Hace poco más de una semana, la tranquilidad de los vecinos de la parroquia de Lavadores en Vigo se vio interrumpida tras la okupación de una casa en ruinas situada en la calle Ceboleira, apenas a 350 metros del polémico desalojo de un 'narcopiso' en la calle Sagunto. Esta nueva okupación ha encendido las alarmas, y los vecinos no han tardado en movilizarse para evitar que este lugar se convierta en un nuevo foco de trapicheo.

La vivienda, en condiciones lamentables y deshabitada durante años, fue okupada el 20 de marzo y presenta un estado que genera graves preocupaciones entre residentes de la zona. "Hay un claro riesgo de derrumbe. Es un peligro que haya gente dentro; cualquier día podría ocurrir una desgracia", advierte un vecino con temor.

Una testigo del lugar afirma que vio a dos personas cambiar el bombín de la puerta: "Avisamos a la Policía enseguida, pero siguen ahí. Ya estamos viendo un constante movimiento de personas con apariencia de toxicómanos entrando y saliendo", agrega otro residente. Es particularmente alarmante el incremento de actividad en horas nocturnas, lo que ha llevado a algunos vecinos a llamar a la policía debido a escándalos y disturbios en la casa.

Numerosos residentes coinciden en que esta situación podría derivar en un incremento en el tráfico de drogas en la zona: "Esto va a ser un foco de trapicheo; solo llevan unos días y ya hay bastante trasiego de gente entrado y saliendo", comentan preocupados. Las ruinas de esta casa albergan no solo un gran riesgo estructural, sino también la actividad delictiva que podría desestabilizar la seguridad del barrio.

Desde que los vecinos comenzaron a alertar sobre la okupación, la presencia policial ha sido prácticamente diaria. Recientemente, varios individuos fueron identificados en la vivienda y sus alrededores; algunos incluso recibieron actas de infracción por posesión de estupefacientes. La situación se volvió más grave con el arresto de un hombre de 51 años que contaba con una orden de búsqueda activa.

Lo más inquietante es que varios de los individuos identificados en Ceboleira estaban anteriormente en el edificio de Sagunto, donde se encontraron armas, munición y otros elementos de tráfico de drogas. "Son los mismos; el problema solo se ha trasladado de calle", afirman las fuentes policiales.

Los vecinos no solo están preocupados por la posible actividad delictiva, sino también por la seguridad de sus familias, especialmente de los niños y adolescentes que viven en el barrio. "¿Cómo va a salir un chaval ahora solo por la calle?", se pregunta una madre angustiada. La comunidad exige acciones urgentes para restablecer la seguridad en la zona y evitar que la situación empeore, ya que en sus calles viven familias que no quieren ver su calidad de vida afectada por la delincuencia.