Las autoridades sirias han implementado un toque de queda en la ciudad de Homs, a raíz de violentas protestas y choques entre fuerzas de seguridad y seguidores de la comunidad chií alauita, leales al derrocado Bachar al Asad. Este decreto, que entra en vigor desde este miércoles, busca proteger la seguridad pública tras los recientes disturbios que han sacudido la región.

"Instamos a todos los civiles en Homs a permanecer en sus hogares y no salir de ellos desde las 18:00 horas (16:00 hora española) hasta las 8:00 de la mañana de este jueves", ha declarado la Administración local en un comunicado urgente.

El Ministerio del Interior sirio ha reportado la pérdida de 14 miembros de sus fuerzas durante los enfrentamientos en los alrededores de Tartous, un área que ha sido un bastión para los partidarios de al Asad.

El estallido de las manifestaciones alauitas se habría desencadenado por la viralización de videos en las redes sociales que muestran un incendio en la tumba de Abu Abdulá al Khusaiby, un venerado jeque en Alepo. El Ministerio ha calificado dicho video de antiguo y atribuido el incendio a grupos no identificados, afirmando que su difusión busca instigar la violencia y el caos en un Siria ya desgarrada.

La tensión ha aumentado notablemente desde la destitución de al Asad, ocurrida el 8 de octubre, a manos de una coalición de facciones lideradas por el grupo islamista HTS (Organismo de Liberación del Levante). Las áreas de Tartus, Latakia y Jableh, donde se han vivido intensas manifestaciones, son predominantemente pobladas por la comunidad alauita.

Otros informes indican que los insurgentes han declarado haber eliminado a un grupo de exmiembros del régimen derrocado que intentaron asediar las afueras de Tartous. Además, han intensificado operaciones militares en las cercanías de Al Kardaha, un área próxima a Latakia, donde se han desarticulado grupos identificados como ilegales.

En respuesta a la creciente violencia, se ha reforzado la seguridad en Homs, Damasco, Latakia y Tartous, implementando un operativo de control exhaustivo en estas regiones para prevenir más estallidos de violencia.

La situación en Siria sigue siendo crítica, y los expertos advierten que el aumento de las tensiones interétnicas y sectarias podría desencadenar un conflicto mayor, poniendo en riesgo no solo a los habitantes de Homs, sino a toda la nación.