Salud

¡Adiós al IMC! Los expertos revelan por qué ya no es el mejor indicador de la obesidad

2025-01-27

Autor: Laura

Un grupo de médicos advierte que ha llegado la hora de "reescribir la narrativa sobre la obesidad". El índice de masa corporal (IMC) ya no es un indicador fiable, ya que no refleja adecuadamente la distribución ni la funcionalidad del tejido adiposo. Estos son factores críticos para el diagnóstico de la obesidad y el desarrollo de comorbilidades asociadas. Además, el IMC no considera la masa muscular, esencial para la movilidad y el metabolismo, lo que lo convierte en una medida insuficiente de salud.

Recientemente, la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) celebró un seminario de prensa en Cuenca, en colaboración con las farmacéuticas Lilly y Novo Nordisk, donde presentaron el documento titulado 'MetaObesidad 2025'. Este documento propone un decálogo esencial sobre el enfoque contemporáneo para tratar la obesidad.

Los últimos meses han visto la publicación de varios estudios científicos "altamente relevantes" que coinciden en clasificar la obesidad como una enfermedad crónica, multifactorial y recurrente, con graves implicaciones para la salud física y mental de quienes la padecen. Este fenómeno no solo es un problema individual, sino también un desafío de salud pública a gran escala.

Los expertos insisten en que el IMC no refleja aspectos fundamentales necesarios para un diagnóstico efectivo y en el manejo de las comorbilidades relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Subrayan que es imperativo considerar la obesidad en todas sus etapas, desde la prevención hasta el tratamiento.

La SEEDO ha actualizado este panorama a través de 'MetaObesidad 2025', que establece nuevas directrices cruciales para el manejo de la enfermedad. Los especialistas advierten que la obesidad no es un problema que se resuelva de la noche a la mañana; es una condición progresiva que puede evolucionar de estado asintomático a discapacitante, y es un factor contribuyente principal a condiciones de salud más críticas.

Varios factores influyen en la obesidad, desde los genéticos y biológicos hasta el estrés y alteraciones del sueño. Las adicciones a ciertos tipos de medicamentos y el entorno socioeconómico también juegan roles significativos. Junto con hábitos de vida poco saludables, como el sedentarismo y la sobrealimentación, esta combinación está alimentando lo que muchos llaman la 'pandemia de la obesidad'.

Un indicador que está ganando reconocimiento es la circunferencia de la cintura, ya que la acumulación de grasa abdominal se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar complicaciones cardiometabólicas. De hecho, esta medida puede ser más reveladora que el propio IMC, incluso en personas que se encuentran por debajo de los estándares diagnosticados de obesidad.

En conclusión, es evidente que la lucha contra la obesidad requiere una reevaluación de las herramientas y conceptos tradicionales, y urge adoptar un enfoque más integral y personalizado que priorice la salud global del individuo.