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¡Adiós al IMC! Expertos en obesidad defienden la grasa abdominal como nuevo indicador clave de salud
2025-01-27
Autor: Antonio
La obesidad es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una "compleja enfermedad crónica" que resulta de una acumulación excesiva de grasa, potencialmente perjudicial para la salud. Durante años, el Índice de Masa Corporal (IMC) ha sido la herramienta utilizada para diagnosticar esta enfermedad, relacionando el peso y la altura de una persona. Sin embargo, un grupo de expertos en obesidad está proponiendo un cambio radical: dejar atrás el IMC y enfocarse en la grasa abdominal como un indicador mucho más fiable de la salud metabólica.
En el decálogo 'MetaObesidad 2025', emitido por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), se subraya la necesidad de actualizar las nociones sobre la obesidad basándose en la evidencia científica más reciente. Este decálogo pretende "consolidar conceptos actuales y consensuados" sobre definición, diagnóstico y tratamiento de la obesidad, como se discutió en la I Jornada SEEDO de Periodismo y Obesidad celebrada en Cuenca.
¿Por qué descartar el IMC?
Los críticos del IMC señalan varias razones por las que este índice no es un buen indicador del estado de salud:
- El IMC no refleja la distribución ni la funcionalidad de la grasa corporal, elementos esenciales en el desarrollo de enfermedades asociadas a la obesidad.
- Aunque es una medida fácil de calcular y objetiva, el IMC no mide directamente la grasa corporal. Por ejemplo, algunas personas pueden tener un IMC normal, pero en realidad, un alto porcentaje de grasa corporal.
- No distingue entre tipos de grasa (visceral vs. subcutánea) y no considera la masa muscular, lo que puede llevar a errores en la evaluación de la salud del individuo.
- Además, sus valores son universales y no se adaptan a las diferencias de género o etnias, lo que puede resultar en diagnósticos erróneos en ciertas poblaciones.
Grasa abdominal: el nuevo rey de la salud
La SEEDO argumenta que la grasa abdominal es un indicador mucho más fuerte de las comorbilidades en comparación con el IMC. Los expertos sugieren que se combinen diferentes medidas, como la circunferencia de cintura (CC), para tener una visión más completa de la salud de una persona. Esta grasa abdominal se ha correlacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, y es un determinante crítico del bienestar metabólico.
¿Qué significa esto para el futuro del diagnóstico de obesidad?
El cambio hacia un enfoque más integral podría revolucionar cómo se diagnostica y trata la obesidad. Con la introducción de nuevas metodologías y medidas más precisas, la comunidad médica podría reducir el estigma social asociado con la obesidad, promoviendo enfoques más inclusivos y basados en la salud en lugar de en números simplistas. Ya es hora de poner fin a la era del IMC y adoptar métodos que realmente reflejen la salud y el bienestar de las personas.