El corazón de Gáldar llora la pérdida de Manuel Jiménez Sánchez, reconocida figura y Pintadera de Oro de la Real Ciudad, quien falleció este sábado a la edad de 82 años. Su legado perdurará en cada rincón donde compartió su vida.

La capilla ardiente se ha instalado en el tanatorio municipal de San Isidro, donde amigos y familiares se reúnen para rendir homenaje a un hombre que dejó una huella imborrable en la comunidad. Su despedida se llevará a cabo este domingo a las 11:00 horas en el cementerio municipal.

Manuel, conocido cariñosamente por todos como el alma del Bar Parada, fue el corazón palpitante de ese emblemático restaurante ubicado en la Bajada de Las Guayarminas. Este lugar se convirtió en el punto de encuentro de generaciones enteras, donde se tejieron incontables historias, risas y recuerdos que quedarán grabados en la memoria colectiva.

El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa, extendió sus condolencias a la familia de Manuel, lamentando profundamente su partida y destacando que "fue un gran hombre que dio sentido a un bar que siempre estará en el corazón de nuestra ciudad".

Nacido en 1943 y casado con Saro Castellano Díaz, Manuel Jiménez deja atrás una hija, Mirian Jiménez Castellano. Su pasión por la restauración lo llevó a dedicar más de 50 años de su vida a este sector, convirtiendo el Bar Parada en algo más que un negocio: fue un hogar para todos.

A lo largo de su vida, Manuel no solo dejó a su familia y amigos, sino también un legado gastronómico y social que seguirá vivo en el recuerdo de todos los que tuvieron la suerte de conocerlo. Tras su jubilación, dedicó sus días a disfrutar de su familia y a cuidar su finca de plataneras, viviendo una vida llena de paz y amor.