En un mundo donde los trabajos de oficina han tomado protagonismo, un alarmante estudio ha llegado para sacudir nuestra manera de ver el trabajo. Publicado en la revista PLOS ONE, una investigación de CU Boulder y la Universidad de California Riverside advierte que sentarse más de 60 horas a la semana puede incrementar el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y acelerar el envejecimiento.

Este estudio, uno de los primeros en analizar cómo largas horas de estar sentado afectan la salud en adultos jóvenes, revela que seguir las recomendaciones mínimas de actividad física, que son aproximadamente 20 minutos de ejercicio moderado diario, no es suficiente para contrarrestar el daño del sedentarismo.

La doctora Chandra Reynolds, profesora del Departamento de Psicología y Neurociencia, subraya que “sentarse menos durante el día, hacer ejercicio más vigoroso o una combinación de ambos puede ser crucial para evitar un envejecimiento prematuro”.

Los jóvenes adultos de la generación millennial, engañados por la aparente invulnerabilidad de su juventud, suelen pensar que no tienen que preocuparse hasta más adelante. Sin embargo, el estudio enfatiza que los hábitos de vida adoptados durante estas décadas jóvenes son fundamentales.

Los datos analizados provenían de más de 1.000 trabajadores, incluidos 730 gemelos, y revelaron que:

Los participantes se sientan casi 9 horas al día, y algunos hasta 16 horas.

La media de actividad física semanal oscila entre 80 y 160 minutos, con menos de 135 minutos de ejercicio vigoroso.

Esto plantea una seria preocupación, ya que los adultos jóvenes que están sentados más de 8.5 horas diarias y realizan ejercicio en o por debajo de las recomendaciones actuales están en riesgo moderado a alto de padecer enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Como afirma Reynolds, “salir a caminar un poco después del trabajo puede no ser suficiente”.

Además, un hallazgo interesante es que quienes hacen ejercicio vigoroso durante 30 minutos diarios tienen perfiles de colesterol e IMC similares a individuos de entre cinco y diez años más jóvenes que pasan largos periodos sentados sin ejercitarse. Sin embargo, incluso el ejercicio intenso no logra neutralizar completamente los efectos negativos del sedentarismo prolongado.

De acuerdo a los investigadores, es crucial que los empleadores y responsables de políticas consideren implementar medidas para combatir el sedentarismo laboral. Entre las recomendaciones se incluyen:

- Utilizar escritorios de pie.

- Tomar descansos frecuentes.

- Realizar reuniones caminando.

- Practicar ejercicio intenso que eleve el ritmo cardíaco al menos 30 minutos al día o dedicarse a un “entrenamiento intenso” los fines de semana.

En resumen, este estudio no solo es un llamado de atención a las generaciones más jóvenes, sino que también abre la puerta a una revisión de las pautas actuales de actividad física. ¡Es momento de levantarse y moverse! No esperes a que sea demasiado tarde para cuidar de tu salud!