José Luis Ábalos, el exministro de Transportes, ha presentado una solicitud al Tribunal Supremo para que se indague sobre la filtración a los medios de comunicación de los vídeos de su declaración, así como la de su ex asesor Koldo García y el presunto intermediario de la trama, Víctor de Aldama. Según Ábalos, esta situación ha dado lugar a un 'juicio paralelo' en la opinión pública.

En un escrito fechado este viernes, al que ha tenido acceso Europa Press, Ábalos se refiere a las grabaciones de las declaraciones que ofreció de forma voluntaria junto a Koldo y Aldama, entre el 12 y el 17 de diciembre. Las grabaciones se conocieron públicamente el pasado jueves por la tarde.

"Se puede observar a través de los medios de comunicación, especialmente en diversas cadenas de televisión, el juicio paralelo al que se está sometiendo a mi defendido en esta causa", ha sostenido su abogado con gran indignación.

La defensa argumenta que es inaceptable que las declaraciones se hagan públicas antes de que el propio exministro tenga acceso a ellas. "Deberían ser primero conocidas por el Ministerio Fiscal y las partes implicadas, no por los medios de comunicación", concluye.

Ante esta situación, Ábalos ha instado al juez del caso, Leopoldo Puente, a que inicie una investigación acerca de las filtraciones que también habrían ocurrido previamente.

En sus redes sociales, particularmente en X (anteriormente Twitter), Ábalos ha denunciado que su solicitud ha llegado tarde, dado que ya se había filtrado dicho escrito a los medios. Él mismo ha manifestado: "Con tantas habladurías sobre filtraciones, me he visto obligado a solicitar al magistrado Puente que investigue cómo se han difundido al público las imágenes de mi declaración en el Tribunal Supremo del pasado 12 de diciembre, ya que hasta la fecha no se ha facilitado a mi defensa en el 'Caso Delorme'."

Ábalos ha declarado que desde el inicio de este proceso, ha habido un goteo de filtraciones de información confidencial, con la intención de crear un juicio mediático y perjudicar su reputación en varios ámbitos, tanto personal como político. "Es triste comprobar que este fenómeno de filtraciones no se ha frenado, incluso cuando en otros casos similares se actúa de manera drástica", ha añadido.

Además, Ábalos ha presentado un nuevo recurso en el que solicita la nulidad de la investigación. Explica que el Tribunal Supremo solicitó formalmente un suplicatorio al Congreso de los Diputados sin permitir que su defensa pudiera recurrir adecuadamente. Según relata, el 18 de diciembre, el magistrado Puente pidió el suplicatorio a la Cámara Baja y el día siguiente la Sala Segunda lo gestionó. Sin embargo, la notificación de esta decisión le llegó el 19 de diciembre, y al día siguiente su defensa interpuso un recurso, alegando una “nulidad absoluta“ al considerar vulnerado su derecho a la inmunidad parlamentaria.

En su defensa, Ábalos también alega que ha sido objeto de una investigación ilegal por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que interceptó correspondencia dirigida a él, aunque no podría ser investigado directamente por su condición de aforado.

Este nuevo recurso todavía no ha sido estimado o desestimado por el magistrado instructor, lo que, según su defensa, implicaría una violación de su derecho a una tutela judicial efectiva.

La acusación popular, representada por el Partido Popular, ha mostrado su oposición a las alegaciones de Ábalos, enfatizando que el exministro no ha sido afectado por ninguna medida que limite sus derechos fundamentales en el marco de la causa, respetando rigurosamente sus prerrogativas como diputado.