Estela Escolar es un claro ejemplo de valentía y curiosidad. Esta joven arandina ha elegido un camino poco convencional en su vida, prefiriendo explorar preguntas profundas y desafíos intelectuales en lugar de seguir la senda predecible. «Desde pequeña me ha gustado encontrar mis propias respuestas. Cuando supe que podía hacer de esto una profesión, decidí que debía involucrarme por completo», relata Estela, quien actualmente estudia Química en la Universidad de Burgos y se destaca como investigadora.

Es pionera en su familia en el ámbito científico, afianzando su vocación desde temprana edad gracias al aliento de sus padres, quienes siempre fomentaron su curiosidad mediante juegos educativos como el Quimicefa. Estela encontró su verdadero propósito durante la secundaria al descubrir el programa STEM Talent Girl, una iniciativa de la Fundación ASTI destinada a atraer, desarrollar y empoderar a jóvenes en el campo científico-tecnológico.

Ahora, como una veterana del programa, aconseja a las chicas más jóvenes a dar el salto hacia estas oportunidades: «El programa ha evolucionado; ahora incluyen a mujeres de todas las disciplinas, incluidas las Letras. Se trata de empoderar a las adolescentes para que elijan su camino por pasión, sin limitaciones».

Estela ha alcanzado grandes logros en su trayecto y menciona que le gustaría investigar en el CENIEH, centrándose en áreas relacionadas con la Antropología Forense y la Química. Su curiosidad y tenacidad la llevaron a ser finalista en las primeras ediciones del programa y a ganar en la tercera, donde presentó investigaciones sobre Atapuerca, destacando la guía de sus mentoras, Davinia Moreno y Susana Sarmiento.

Su entusiasmo por el aprendizaje y la versatilidad de su enfoque le permiten explorar múltiples caminos. «Estudio Química, sí, pero también me involucro en proyectos de Antropología, especialmente en la rama forense. No hay un solo camino en la vida», menciona riendo cuando se le pregunta sobre su futuro.

Aunque no tiene claro cuál será su destino, le encanta la idea de estar abierta a todas las posibilidades: «Eso me da libertad». En su mente, la investigación relacionada con la Antropología Forense y la Química es una combinación perfectamente viable, ya que considera que la Química es fundamental y puede ser aplicada en diversas áreas.

Con solo un año por delante para terminar su grado, Estela planea realizar un máster, aunque aún está decidiendo en qué especializarse. Su referente es la directora del CENIEH, María Martinón-Torres, a quien admira profundamente. Aunque sueña con viajar al extranjero para aprender sobre ciencia en diferentes culturas, su mayor deseo es regresar a Burgos, donde espera encontrar su lugar en el CENIEH: «Idealmente, eso es lo que me encantaría», concluye. Esta apasionada joven promete dar mucho de qué hablar en el futuro.