Ciencia

¿Y si el Big Bang no fue el comienzo?: Científicos investigan un posible universo cíclico

2025-03-10

Autor: Mateo

La fascinante teoría de que el universo no tuvo un único comienzo absoluto está generando un gran interés en la comunidad científica. Recientemente, se ha estrechado el camino hacia lo que se conoce como la teoría del Gran Rebote (Big Bounce en inglés), que sugiere que el Big Bang no representa el inicio de todo, sino más bien un evento dentro de un ciclo interminable de expansión y contracción.

Esta hipótesis plantea que antes de nuestro universo, existió otro que se colapsó sobre sí mismo, generando el rebote que inició la expansión cósmica que hoy podemos observar. Además, se especula que en un futuro distante, nuestro universo podría también colapsar, llevando al nacimiento de otro nuevo, en un ciclo perpetuo.

Según la teoría, el espacio-tiempo no es una entidad continua, sino que está compuesto por pequeñas unidades cuánticas. Esta noción, originada en la gravedad cuántica de lazos, podría ser la clave para resolver uno de los desafíos más grandes del modelo del Big Bang: la singularidad inicial, un punto de densidad infinita donde las leyes físicas tal cual las conocemos colapsan.

El modelo del Big Bang, que ha dominado la comprensión científica durante décadas, describe un universo que comenzó desde un estado infinitamente denso. Sin embargo, este modelo se encuentra con un obstáculo crucial: las teorías físicas actuales no pueden describir lo que ocurre en condiciones extremas como las de esa singularidad inicial.

Aquí es donde entra en juego la gravedad cuántica de lazos. Este enfoque postula que el tejido del espacio-tiempo está formado por una red de estructuras microscópicas. En condiciones extremas, como las que podrían haber imperado en un universo anterior al colapso, esta red cuántica podría modificar el comportamiento de la gravedad, haciéndola incluso repulsiva, y así evitar la formación de una singularidad. Esta serían las bases que permitirían que el universo rebotara, comenzando un nuevo ciclo de expansión.

Si el Gran Rebote es correcto, la historia del universo sería completamente diferente a lo que se ha sostenido hasta ahora. En lugar de un inicio absoluto, nuestro cosmos podría ser parte de un ciclo infinito de nacimientos y muertes. Esto significa que no estamos solos: nuestro universo es uno de muchos que surgen, evolucionan y eventualmente colapsan.

Sin embargo, los modelos cíclicos enfrentan problemas como la pérdida de energía en cada ciclo, lo que implantaba la idea de que a cada rebote, el universo se tornaría más pequeño hasta detenerse por completo. Afortunadamente, la teoría de la gravedad cuántica de lazos sugiere que la energía se conserva. Esto permitiría un fenómeno en el que los rebotes pueden ser infinitos, manteniendo el mismo tamaño en cada ciclo.

Una de las claves en esta nueva investigación podría residir en el fondo cósmico de microondas, una radiación residual del Big Bang que aún es detectable. Si esta teoría del Gran Rebote realmente sucedió, podría haber dejado huellas en esta radiación, como patrones específicos que desvelen información sobre un universo que nos precedió.

A pesar de que no se han encontrado pruebas concluyentes de estas predicciones, los avances en astrofísica y cosmología están llevando a los científicos a cerrar la brecha hacia una posible evidencia observacional de la teoría del Gran Rebote.

La implicación de que el universo es cíclico no solo reconfigura nuestra comprensión sobre su origen, sino que también plantea preguntas críticas sobre su destino. Si realmente estamos en un ciclo infinito, nuestra existencia sería solo un breve capítulo en una historia interminable de creación y descomposición. La búsqueda de estas respuestas continúa desafiando las fronteras del conocimiento humano y alterando nuestra percepción del cosmos.