Ciencia

¡Un virus misterioso podría ser la clave detrás del aumento de la obesidad y la adicción a la comida!

2025-01-01

Autor: Santiago

La llamada “adicción a la comida” describe el fenómeno donde las personas consumen en exceso alimentos altamente procesados o “comida chatarra”. Pero, ¿qué tal si te dijera que un virus podría ser el culpable de este descontrol alimenticio?

Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra y del Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Josep Trueta han revelado que un tipo específico de virus, conocido como Microviridae, podría estar asociado con la adicción a las comidas y, por ende, con la obesidad. Esta revelación se publicó en la prestigiosa revista Nature Metabolism, transformando la forma en que entendemos la microbiota intestinal.

Históricamente, la investigación sobre la microbiota se ha centrado en las bacterias, pero este nuevo estudio abre la puerta a la influencia de los virus en nuestra salud intestinal y, de forma notable, en nuestros hábitos alimenticios.

Una de las sustancias identificadas en el plasma sanguíneo es el ácido antranílico, que podría jugar un rol protector contra comportamientos compulsivos relacionados con la comida. Este hallazgo subraya la complejidad de la obesidad, una enfermedad crónica definida por la acumulación excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, y la cual ya afectaba a más de 650 millones de personas en 2016, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La obesidad ha alcanzado proporciones pandémicas, y uno de los factores que contribuyen a su desarrollo es la pérdida de control sobre lo que comemos, un comportamiento similar a otras adicciones. Este estudio ha encontrado evidencias concretas que sugieren que una variante del virus Microviridae, específicamente el Gokushovirus WZ-2015a, se relaciona íntimamente con la obesidad y la adicción alimentaria.

Aunque la adicción a la comida aún no está reconocida oficialmente en el DSM-5, se han desarrollado herramientas como la Escala de Adicción a la Comida de Yale (YFAS 2.0) que ayudan en su diagnóstico, basándose en criterios como el consumo desmedido de alimentos y la incapacidad para controlar dicho comportamiento.

Los investigadores utilizaron un enfoque multidisciplinario, empleando metagenómica, perfilamiento metabolómico y modelos preclínicos en ratones, además de realizar trasplantes fecales y virales para analizar los efectos en el comportamiento y la neuroquímica.

Los resultados fueron asombrosos: encontraron una correlación positiva clara entre la presencia de Gokushovirus WZ-2015a y un incremento en las puntuaciones de la Escala YFAS. Esto indica que este virus puede alterar la regulación de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, afectados durante otros tipos de adicciones.

Además, los ratones que recibieron microbiota o viroma humano mostraron comportamientos alimentarios compulsivos hacia alimentos considerados altamente gratificantes. Esta relación entre los bacteriófagos y la alimentación hedonista revela un nuevo terreno en la batalla contra la obesidad.

El ácido antranílico ha demostrado tener efectos positivos, ya que su suplementación redujo comportamientos alimentarios adictivos no solo en ratones sino también en otros modelos de investigación, como la mosca de la fruta Drosophila.

El doctor José Manuel Fernández-Real, coautor del estudio, enfatizó que la microbiota intestinal podría ser una innovadora puerta de entrada para el tratamiento de la obesidad y la adicción a la comida, sugiriendo la posibilidad de desarrollar suplementos alimenticios innovadores.

“Es bastante probable que ciertos componentes de la microbiota intestinal estén relacionados con el equilibrio apetito-hambre-saciedad”, afirmó el doctor Silvio Schraier. Este descubrimiento invita a profundizar en más investigaciones que podrían cambiar radicalmente el enfoque hacia la obesidad y la salud pública en general.

La lucha contra la obesidad podría haber encontrado una nueva aliada en el estudio de los virus. ¿Estamos ante una revolución en la forma de abordar esta problemática? ¡Estén atentos!