Ciencia

¡Un telescopio sobre la Luna! El ambicioso proyecto soviético Ye-8 que casi nunca fue

2025-01-28

Autor: Sofía

En el apogeo del programa Apolo, mientras Estados Unidos alcanzaba nuevos récords espaciales, la Unión Soviética tomó un rumbo diferente, centrando sus esfuerzos en el desarrollo de sondas automáticas. Aunque los proyectos tripulados como el 7K-L1 y N1-L3 aún estaban en pie, la URSS decidió concentrarse en las sondas Ye-8, conocidas como Е-8 en cirílico, para estudiar la Luna con rovers como el Lunojod y las sondas de retorno de muestras Ye-8-5 y Ye-8-5M. Sin embargo, el equipo liderado por Gueorgui Babakin en la oficina de diseño OKB Lávocjkin presentó ideas aún más audaces: el observatorio astrofísico lunar Ye-8-3.

Este proyecto, conocido también como Observatorio Astrofísico Lunar (LAO), aspiraba a llevar un telescopio reflector a la superficie lunar. Su diseño incluía una etapa de descenso común con las sondas Ye-8 y Ye-8-5, pero, en lugar de un rover, incorporaría un telescopio con un espejo primario de 0,5 metros y una longitud focal de 1,25 metros, además de versiones más pequeñas. El Ye-8-3 se pensó para operar en un rango de longitud de onda del ultravioleta al infrarrojo cercano, con capacidades para realizar espectroscopía ultravioleta y observaciones en rayos X.

Además, otras variantes fueron sugeridas. Por ejemplo, la LAO-1 se centraría en la observación de alta energía en rayos X y ultravioleta, y la LAO-2 sería dedicada a la radioastronomía y observaciones solares. Esta última aprovecharía su capacidad para estudiar cuásares lejanos y realizar experimentos de interferometría con el radiotelescopio de Nançay en Francia.

Sin embargo, el ambicioso diseño del observatorio Ye-8-3 nunca se concretó. El primer telescopio instalado en la Luna fue el S201 del Apolo 16, que, con apenas 7 centímetros de diámetro, realizó observaciones en 1972. Siguiendo este hito, casi medio siglo más tarde, la sonda china Chang’e 3 llevó el LUT, un telescopio de 15 centímetros, a la Luna en 2013. Aunque el interés por los telescopios lunares ha disminuido debido a los desafíos que presenta el regolito abrasivo, todavía hay proyectos en marcha para desarrollar telescopios pequeños en futuras misiones estadounidenses y chinas.

Aparte del Ye-8-3, Lávocjkin también concibió otras ideas. Documentos recientemente desclasificados revelan que la designación Ye-8-2 se reservó para una versión del Lunojod destinada a misiones tripuladas, y la Ye-8-4 fue concebida como un rover móvil capaz de excavar hasta 0,8 metros de profundidad.

En un giro inesperado, después de más de medio siglo, ahora tenemos acceso a información que explica por qué la secuencia del nomenclátor cambió de Ye-8 a Ye-8-5 directamente. Estos detalles nos permiten entender mejor la rica historia de la exploración lunar soviética y los muchos esfuerzos que se hicieron, aunque no todos lograron concretarse. ¡Imagínate lo que habría sido si el Ye-8-3 honrara su lugar en la historia lunar!