Ciencia

¿Un sorprendente vínculo entre la dieta de las aves y la resistencia al cáncer en humanos?

2025-03-16

Autor: Camila

La interacción entre la dieta y la salud ha sido un tema de investigación crucial a lo largo de los años, especialmente por su conexión con diversas enfermedades. En un hallazgo reciente que podría cambiar nuestra comprensión del cáncer, investigadores de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) han descubierto que las aves, a pesar de tener niveles de glucosa en sangre más elevados que los mamíferos y reptiles, exhiben una notablemente menor prevalencia de cáncer.

Este descubrimiento rompe los esquemas tradicionales que sugieren que un alto nivel de azúcar en la sangre incrementa el riesgo de tumoraciones, abriendo así nuevas fronteras para investigar las defensas biológicas naturales que las aves pueden poseer contra esta enfermedad. Publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, el estudio examinó dietas, niveles de glucosa en sangre y la incidencia de cáncer en 273 especies de vertebrados.

Carlo Maley, investigador del Biodesign Center para Biocomputación, Seguridad y Sociedad de ASU y coautor del estudio, manifestó: "Al saber que las aves tienen tasas de cáncer más bajas y altos niveles de glucosa en sangre, nos preguntamos si había una posible conexión". Su equipo también identificó que los carnívoros primarios son más propensos a desarrollar tumores en comparación con los herbívoros, un fenómeno que es aún más evidente en los animales domesticados.

Los resultados sugieren que algunas especies, incluidas las aves, han evolucionado mecanismos biológicos específicos que les permiten defenderse naturalmente del cáncer. Según Stefania Kapsetaki, autora principal del estudio, entender estas adaptaciones podría inspirar nuevas estrategias para prevenir y tratar el cáncer en los seres humanos.

Los investigadores encontraron patrones inesperados: las aves demostraron que no existe una relación consistente entre niveles de glucosa en plasma y la prevalencia de cáncer entre diferentes grupos de vertebrados. Kapsetaki explica que su estudio muestra que "los niveles de glucosa en plasma y la prevalencia del cáncer no tienen una relación directa entre los grupos principales de vertebrados, lo que sugiere adaptaciones únicas en las aves que podrían ser fundamentales".

Las aves parecen tener adaptaciones metabólicas que les confieren ventajas evolutivas, como el uso de ácidos grasos en lugar de glucosa como principal fuente de energía y mecanismos celulares que protegen contra el daño oxidativo. Además, la falta de ciertas proteínas transportadoras de glucosa en las células aviares podría ser crucial para explicar su resistencia al cáncer.

Estos descubrimientos son impactantes y provocan una reevaluación de la forma en que entendemos la relación entre dieta y salud. A diferencia de los seres humanos y otros mamíferos, que no parecen haber desarrollado defensas naturales contra el cáncer a pesar de dietas que incrementarían los niveles de glucosa, las aves mantienen una sorprendente resiliencia ante estas condiciones. El análisis también mostró que, dentro de los grupos principales de vertebrados, no hay una correlación clara entre los niveles de glucosa y la frecuencia de enfermedades oncológicas.

Interesantemente, se observaron correlaciones entre el tipo de dieta y la prevalencia de cáncer, destacando que los animales carnívoros tienen una mayor incidencia de tumores. Maley sugiere que esto podría estar relacionado con la acumulación de toxinas en las cadenas alimenticias, una tendencia acentuada en animales domesticados, donde las presiones evolutivas son diferentes.

El estudio hace hincapié en cómo las diferencias evolutivas entre especies pueden influir en la biología del cáncer. Karen Sweazea, coautora del estudio, enfatiza que "incluso cuando alimentamos a las aves con dietas altas en grasa o azúcar, que suelen elevar los niveles de glucosa y el riesgo de cáncer en humanos, estas no mostraron cambios en su respuesta de glucosa en sangre".

Aunque los hallazgos se enfocan en especies no humanas, sus implicaciones para la prevención del cáncer en humanos son significativas. Con la inclusión de nuevos enfoques hacia la resistencia natural al cáncer de las aves, el equipo de ASU también investigó si la dieta tiene un efecto directo sobre los niveles de glucosa en sangre y encontró que no existía una relación estadísticamente significativa.

"Las variaciones en la regulación de la glucosa están más influenciadas por adaptaciones evolutivas y fisiológicas que por la composición dietética", declaró Sweazea. Identificar que los carnívoros tienen tasas mayores de tumores invita a nuevas especulaciones sobre las complejas interacciones entre dieta y cáncer. Por ejemplo, se postula que los compuestos tóxicos pueden trasladarse a la cadena alimentaria, incrementando así los riesgos en depredadores que consumen otros vertebrados. Este fascinante campo de investigación tiene el potencial de abrir nuevas avenidas en el estudio de la salud y la enfermedad, sugiriendo que podríamos aprender mucho de las aves en nuestra lucha contra el cáncer.