Salud

Un profesor de Medicina de Stanford utiliza su experiencia con el cáncer terminal para enseñar a sus estudiantes

2025-04-03

Autor: Mateo

La vida puede cambiar radicalmente en un instante, como experimentó el profesor Bryant Lin, quien recibió el devastador diagnóstico de cáncer de pulmón metastásico en estado terminal. En lugar de dejarse abrumar, decidió transformar su sufrimiento en una lección didáctica para un grupo de estudiantes de medicina, ofreciéndoles una visión única de lo que significa vivir con esta enfermedad.

El Dr. Lin, un reconocido médico en la Universidad de Stanford, fue diagnosticado con cáncer de pulmón en etapa 4, con metástasis en su cerebro, huesos y hígado. En una entrevista con BBC, compartió su conmovedora historia, revelando que se sintió aturdido tras enterarse de que tenía 50 lesiones en el cerebro y que su condición era incurable.

Narró cómo, en cuestión de semanas, atravesó las cinco etapas del duelo, desde la negación y la ira hasta la aceptación de su nueva realidad.

"El proceso no es lineal; a veces avanzas un paso y retrocedes, pero lo importante es encontrar un nuevo propósito", afirmó Lin. Este nuevo propósito lo llevó a crear un curso universitario titulado 'Del diagnóstico al diálogo: la lucha de un médico contra el cáncer en tiempo real'. Un mes después de su diagnóstico, se lanzó a diseñar esta clase innovadora, donde compartiría su historia personal y exploraría las implicaciones emocionales y humanas de la medicina en el contexto del cáncer terminal.

El curso rápidamente se volvió popular, agotando las inscripciones gracias al enfoque único que ofrecía a los estudiantes, no solo de medicina, sino también de otras disciplinas, que deseaban comprender la importancia de la empatía y la humanidad en la práctica médica.

A medida que las sesiones avanzaban, se dio cuenta de que había despertado un interés genuino por aprender sobre las dimensiones emocionales de la atención médica. Inicialmente dirigido a estudiantes de medicina, la clase tuvo que trasladarse a un espacio más grande para acomodar a los muchos que querían unirse.

Lin se enfrentó a muchos interrogantes sobre su decisión de compartir su experiencia personal en medio de su batalla contra el cáncer, un viaje que lo debilitaba cada día. Sin embargo, él explicó que deseaba que todos entendieran que la humanidad es esencial en la medicina, y que compartir su historia podía ayudar a otros a ver más allá del diagnóstico.

Si bien siempre adoptó un estilo de vida saludable y nunca fumó, su diagnóstico reveló un adenocarcinoma, una forma ligada a mutaciones genéticas que son más comunes en individuos de ascendencia asiática. En su curso, Lin abordó no solo los aspectos médicos de su enfermedad, sino también las consecuencias en la salud mental, la espiritualidad y las dinámicas familiares que surgen tras dicho diagnóstico.

Cada sesión incluía la participación de expertos, y no faltó la contribución de su esposa, quien compartió su perspectiva como cuidadora, mientras psicólogos dialogaban sobre la salud mental y el bienestar del paciente.

Desde su diagnóstico, Lin ha seguido un tratamiento que combina quimioterapia y medicamentos específicos, lo que le ha permitido estabilizar su estado de salud y continuar con su trabajo como investigador y profesor, así como codirigir el Centro de Investigación y Educación en Salud Asiática en Stanford.

A pesar de que su cáncer persiste en varias partes de su cuerpo, los tumores en su cerebro han desaparecido. Lin también ha dejado cartas a sus hijos, expresándoles su amor y gratitud.

"Soy afortunado porque disfruto mi labor. Lo hacía antes de la enfermedad, y lo sigo disfrutando ahora", concluyó en su emotiva charla con BBC, reflejando su indomable espíritu y dedicación a la enseñanza y la medicina.