El presidente Donald Trump ha designado a Kevin Marino como embajador de Estados Unidos en Panamá, en medio de una creciente tensión relacionada con el Canal de Panamá. Esta decisión se produce después de que Trump amenazara con recuperar el control estadounidense sobre la vía interoceánica, un tema que ha generado un gran revuelo tanto en Panamá como a nivel internacional.

En un comunicado, Trump expresó su satisfacción al anunciar que "Kevin Marino Cabrera se desempeñará como embajador de Estados Unidos en la República de Panamá, un país que nos está estafando en el Canal de Panamá, mucho más allá de lo que podrían soñar". Estas palabras reflejan la postura dura de la administración de Trump hacia la gestión panameña del canal, la cual considera exorbitante.

Trump destacó que Marino es "un feroz luchador" por los principios estadounidenses y que, como comisionado del condado de Miami-Dade, ha sido clave en el impulso del crecimiento económico y en la creación de asociaciones internacionales. "Pocos entienden la política latinoamericana tan bien como Kevin. ¡Haré un trabajo fantástico representando los intereses de nuestra nación en Panamá!", añadió el presidente.

Tras su nombramiento, Marino expresó estar "muy honrado y agradecido" y prometió que comenzará a trabajar de inmediato. La llegada de Marino a su nueva posición se produce en un momento en el que las relaciones entre EE.UU. y Panamá se encuentran tensas por las tarifas de tránsito del canal.

Trump, quien asumirá el cargo el próximo 20 de enero, ha generado controversia tras su amenaza de recuperar el control del canal si las autoridades panameñas no reducen las tarifas. Esta contundente advertencia fue recibida con desdén por el presidente panameño, José Raúl Mulino, quien afirmó en un mensaje oficial que la soberanía del canal es innegociable. Su posición ha recibido el respaldo de varios líderes latinoamericanos, quienes consideran que las amenazas de Trump son un retroceso en las relaciones diplomáticas de la región.

Es importante recordar que el Canal de Panamá fue construido por Estados Unidos, inaugurado en 1914 y administrado por ellos hasta su traspaso al Estado panameño el 31 de diciembre de 1999, bajo los Tratados Torrijos-Carter. Estos acuerdos fueron fundamentales para establecer la independencia panameña y han marcado la política del país en relación con su recurso estratégico.

La comunidad internacional sigue atenta a los próximos pasos de la administración Trump y su impacto en la relación bilateral con Panamá.