El Gobierno de Donald Trump ha decidido poner fin al apoyo financiero de Estados Unidos al programa GAVI, el cual proporciona vacunas esenciales a niños en países en desarrollo. Esta polémica medida ha dejado a muchos en estado de shock, ya que GAVI ha sido fundamental para garantizar el acceso a la vacunación en estas naciones.

GAVI es una alianza global que une los esfuerzos del sector público y privado para mejorar el acceso a vacunas, centrándose especialmente en la inmunización infantil contra enfermedades mortales. Con la decisión del gobierno estadounidense, los efectos adversos se sienten no solo localmente, sino en todo el mundo, particularmente en regiones que ya enfrentan graves crisis de salud.

Un informe del New York Times, accedido tras la entrega de un extenso documento de 281 páginas por parte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) al Congreso, revela que se han recortado drasticamente casi todos los proyectos de ayuda exterior. En total, la administración ha optado por continuar con solo 898 subvenciones de USAID de un total de más de 6,000, poniendo en peligro múltiples programas de salud crítica.

El ministro de Salud de Sierra Leona, Austin Demby, expresó su profundo descontento al manifestar: “Estamos shockeados y perturbados por esta decisión. No es solo un asunto burocrático; hay vidas de niños en riesgo y la seguridad sanitaria de todo el mundo está en peligro”. Sierra Leona es uno de los países que más se beneficiaba de GAVI, especialmente ahora que está lidiando con un brote de mpox, para el cual GAVI ha estado proporcionando vacunas y apoyo logístico crucial.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, también ha advertido que millones de vidas están en riesgo debido a los recortes de Estados Unidos. En las últimas décadas, la ayuda estadounidense ha sido vital, habiendo salvado aproximadamente 80 millones de vidas a través de programas de prevención de enfermedades como la tuberculosis. Sin embargo, estos avances ahora corren el riesgo de desmoronarse, lo que podría llevar a un resurgimiento de enfermedades que se creían controladas.

Los recortes también están afectando a las redes de vacunación contra enfermedades como el sarampión, la poliomielitis y la rubéola en numerosos países en desarrollo, donde los programas ya sienten el impacto de la disminución de fondos. “Una red de más de 700 laboratorios que ha sido vital para la inmunización global está a punto de colapsar justo cuando el sarampión está resurgiendo”, advirtió Ghebreyesus.

Desde su fundación en el año 2000, GAVI ha salvado la vida de aproximadamente 19 millones de niños, con Estados Unidos contribuyendo al 13% de su presupuesto total. La decisión de cortar la financiación a este programa fundamental no solo afecta a los países en desarrollo, sino que también pone en jaque el legado de Estados Unidos como líder mundial en salud y apoyo humanitario. ¡Esta es una noticia que podría cambiar el rumbo de la salud global!