El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó un ataque feroz este martes contra el presidente demócrata Joe Biden, tras la decisión de este último de conmutar las sentencias de muerte de casi todos los reos condenados a pena capital en prisiones federales.

Trump publicó en su plataforma Truth Social: "Joe Biden acaba de conmutar la sentencia de muerte a 37 de los peores asesinos de nuestro país". Esta controversial medida, anunciada un mes antes de la salida de Biden de la Casa Blanca, generó una ola de críticas y reacciones en el país.

Los detalles de la decisión son impactantes: Biden ordenó conmutar las sentencias de muerte de 37 de los 40 reclusos que se encontraban a la espera de ser ejecutados, reemplazándolas por penas de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

"Cuando vean los actos de cada uno, no creerán que hizo esto. No tiene sentido. Los familiares y amigos de las víctimas están aún más devastados. ¡No pueden creer que esto esté sucediendo!", lamentó Trump, quien ha mantenido una postura firme a favor del uso de la pena capital.

Entre los condenados que ahora evitan la ejecución hay individuos responsables de numerosos homicidios atroces, incluidos nueve que mataron a otros presos y cuatro que asesinaron durante robos de bancos. Trump, en respuesta, afirma que al asumir la presidencia nuevamente, el 20 de enero, ordenará al Departamento de Justicia que adopte una postura firme y que busque la pena de muerte para proteger a las familias estadounidenses de las amenazas de los "violadores violentos, asesinos y monstruos".

"¡Volveremos a ser la Nación de la ley y el orden!", sentenció Trump, mostrando su compromiso con endurecer las políticas penales.

El contexto de esta controversia es relevante, ya que actualmente la pena de muerte está abolida en 23 de los 50 estados de EE.UU., mientras que en seis estados más, incluida California y Pensilvania, hay una moratoria activa sobre las ejecuciones.

Cabe recordar que en 2024 se llevaron a cabo 25 ejecuciones en el país, todas a nivel estatal, lo que reanuda el debate sobre la efectividad y ética de la pena capital en el sistema judicial estadounidense. Este tema polarizante continúa generando polémica en la esfera política y social, planteando preguntas difíciles sobre justicia y retribución.