Las angustiosas consecuencias de la Dana en Valencia han llevado a que la cifra de víctimas mortales se eleve a 218, tras el reciente hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer en el municipio de Sedaví. Esta mujer, que está plenamente identificada, es la última de una serie de pérdidas que ha conmocionado a la comunidad valenciana desde el catastrófico fenómeno que ocurrió el 29 de octubre.

De las 218 víctimas identificadas, 169 fueron reconocidas mediante análisis de huellas dactilares y 45 a través de pruebas de ADN. Solo cuatro casos se produjeron mediante identificación hospitalaria. Este es un momento desgarrador para las familias afectadas, que enfrentan una difícil realidad mientras intentan encontrar consuelo en medio de esta tragedia.

En cuanto a las personas desaparecidas, el Centro de Integración de Datos (CID) ha solicitado la colaboración de varias autoridades, y ha confirmado que actualmente hay 13 expedientes activos. Este número ha disminuido en uno con respecto al informe anterior, lo cual ofrece un ligero alivio en medio del dolor. Sin embargo, es importante señalar que las cifras de desaparecidos y de fallecidos no deben ser sumadas, ya que son diferentes y reflejan situaciones distintas.

El impacto de la Dana ha llevado a muchas familias a la desesperación, y el gobierno local está trabajando arduamente para proporcionar apoyo y asistencia a los afectados. Se han habilitado oficinas ‘ante mortem’ por la Policía Nacional y la Guardia Civil para ayudar a las familias a denunciar desaparecidos y buscar respuestas.

Desde el suceso, la comunidad valenciana ha mostrado un enorme espíritu de solidaridad, con muchas personas colaborando en labores de rescate y apoyo a las familias afectadas. La situación ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de desarrollar un plan de prevención y respuesta a futuro para que tragedias como esta no se repitan. El dolor de la pérdida sigue vivo, pero la resiliencia de los valencianos es inquebrantable.

Es fundamental que se mantenga la atención en las víctimas y sus familias mientras avanzamos hacia la reconstrucción y la recuperación de la comunidad. Con cada nuevo informe que revela las consecuencias de este desastre, la tragedia se siente más cercana, y la importancia de la prevención ante fenómenos climáticos extremos nunca ha sido tan clara.