UNA CEREMONIA QUE TERMINÓ EN DESGRACIA

El pasado domingo, una ceremonia de bautizo evangélico se convirtió en una escena de horror en las orillas del hermoso lago Atitlán, en Guatemala. Este tipo de eventos son comunes en la región, donde la fe y la comunidad se unen en momentos solemnes.

Durante el bautizo, algo inesperado sucedió: varios asistentes comenzaron a tener dificultades para mantenerse a flote, lo que generó pánico entre los presentes. La angustia creció cuando Miguel Sut, un valiente hombre de 45 años, decidió lanzarse al agua en un intento desesperado por rescatar a uno de los feligreses que se encontraba en apuros.

Lamentablemente, en medio del caos, Sut terminó hundiéndose, un momento desgarrador que fue documentado por testigos utilizando sus teléfonos móviles. Las imágenes, que ya han sido compartidas a nivel viral en redes sociales, capturan tanto la valentía de Sut como la desesperación de los demás presentes.

Las autoridades locales confirmaron que el bautizo estaba organizado por una iglesia evangélica de la zona, conocida por sus prácticas comunitarias. No obstante, la tragedia ha generado un intenso debate sobre la seguridad de estas ceremonias que se llevan a cabo en cuerpos de agua.

El cuerpo sin vida de Miguel Sut fue recuperado apenas unos minutos después del desafortunado incidente y trasladado a la morgue local. Su heroico acto de sacrificio ha dejado a la comunidad profundamente conmovida, subrayando no solo la fragilidad de la vida, sino también el espíritu solidario que se vive en estas tradiciones.

Los líderes comunitarios han instado a la población a reflexionar sobre la importancia de la seguridad durante tales eventos, sugiriendo la necesidad de equipos de rescate en futuros bautizos en el lago.

Este trágico acontecimiento ha despertado un sentido de unidad entre los habitantes de la región, quienes están organizando vigilias en memoria de Sut, recordando su valentía y deseo de ayudar a los demás.