Introducción

El próximo 9 de diciembre se conmemorarán cinco años de la tragedia más devastadora en la historia de la Fuerza Aérea, cuando el avión Hércules C-130 se precipitó en el mar de Drake, causando la muerte de 38 personas. Un reciente informe de la Fiscalía de Magallanes aporta nuevos detalles escalofriantes acerca de las fallas críticas en el mantenimiento de la aeronave, elementos que resultan esenciales para entender el trágico desenlace.

Fallas en el mantenimiento

Según las conclusiones del informe, elaboradas en 25 puntos destacados, uno de los aspectos más alarmantes es que, al recibir el avión en Estados Unidos, no se presentó el certificado de aeronavegabilidad militar, ni se solicitó el historial de mantenimiento requerido. Esto permitió que el Hércules C-130 se integrara a la Fuerza Aérea de Chile sin cumplir con los estándares de seguridad necesarios.

Causas del accidente

El informe enfatiza que la causa más probable del accidente fue el desprendimiento de una pala de la hélice, lo que impactó severamente la estructura del avión. La devastación resultante en el fuselaje provocó un descontrol total de las condiciones aerodinámicas, conduciendo a la separación de las alas y a una caída violenta que terminó con un impacto catastrófico sobre el océano.

Investigación incompleta

Otro dato perturbador es que el sumario administrativo del incidente no logró esclarecer las causas del siniestro, lo que ha levantado voces críticas respecto a la falta de colaboración del fabricante, Lockheed Martin, que ofreció asistencia pero fue rechazada por la Fuerza Aérea. Esta falta de participación se ve como un obstáculo significativo para la investigación, según el análisis entregado por los peritos.

Repercusiones legales

Las repercusiones legales son notables; los abogados querellantes, Cristian Arias y Maximiliano Delgado, que representan a las familias de las víctimas, han llamado a ampliar la querella por cuasidelito de homicidio, implicando a altos mandos de la institución militar. Entre los nombres destacados están el general de Brigada Aérea Fernando Mondaca Rodríguez, quien fue Coronel Jefe durante la adquisición del C-130, y otros oficiales en retiro, quienes son cuestionados por no haber abordado las deficiencias de la aeronave.

Formalizaciones y descubrimientos

Hasta la fecha, cinco funcionarios de la FACH han sido formalizados por su responsabilidad en la tragedia. Las investigaciones revelan que errores en la manipulación de los indicadores de combustible generaron una corriente de alto voltaje que contribuyó al colapso del vuelo, haciendo imposible que el avión llegara a su destino final en la Antártida chilena.

Conclusiones

Este trágico incidente no solo expone una serie de negligencias, sino que también plantea serias interrogantes sobre los protocolos de seguridad y mantenimiento en la Fuerza Aérea. Las familias de las víctimas siguen en busca de justicia y respuestas, mientras que la sociedad observa con atención el desarrollo de este caso que ha marcado un antes y un después en la historia de la aviación militar en el país.