El pasado martes, Venezuela vivió un momento histórico que se convirtió en una amarga decepción. La selección nacional tenía la oportunidad de asegurar su vuelo hacia el repechaje del Mundial, jugando ante su afición en el Monumental de Maturín, donde más de cincuenta mil corazones vinotintos latían al unísono. Frente a una Colombia ya clasificada, la victoria parecía al alcance.

Antes del partido, las leyendas del fútbol venezolano, como Juan Arango y Oswaldo Vizcarrondo, formaron un pasillo para recibir al equipo, marcando un momento emotivo cargado de esperanzas. Sin embargo, la emoción y los nervios jugaron en contra. Un inesperado ‘póker’ del goleador Luis Suárez dejó a Venezuela con un doloroso 3-6 que selló su destino.

Peor aún, Bolivia sorprendió al vencer a Brasil en El Alto, despojando a la Vinotinto del crucial séptimo lugar en la tabla. Con este golpe, la salida del entrenador argentino Fernando "Bocha" Batista se volvió inevitable. Este miércoles, la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) confirmó su destitución.

En su comunicado, la FVF señaló: "La decisión responde al hecho de que no se alcanzaron los resultados deportivos establecidos como objetivo en este ciclo." A pesar de reconocer el esfuerzo del entrenador, la entidad considera que se necesita un cambio radical para continuar el proceso de crecimiento de la selección.

"Bajo su mando, la selección mostró un carácter competitivo, pero los resultados no satisfecieron las expectativas del país", añadieron.

El despido de Batista ya era predecible el mismo día de la derrota, cuando en una breve conferencia, se limitó a ofrecer disculpas sin aceptar preguntas del periodismo.

Una ola de cambios en Sudamérica

Pero Venezuela no es la única que ha vivido cambios drásticos. Perú también se encuentra en la cuerda floja, ya que tras una derrota frente a Paraguay, la Federación Peruana de Fútbol anunció la salida de Óscar Ibáñez. El exarquero había prometido que dirigiría hasta los amistosos de noviembre, pero la presión de los resultados lo dejó sin trabajo.

La situación en Sudamérica es incierta; los equipos buscan rearmar su futuro mientras la competencia por un lugar en el Mundial continúa. Los fanáticos esperan ansiosos saber quién será el nuevo timonel de la Vinotinto en busca de ese sueño internacional que parece tan elusivo.