El presidente Gabriel Boric sorprendió a todos con su declaración contundente: "No da lo mismo quien gobierna", en un evento en Lo Espejo, en la región Metropolitana. Estas palabras tienen un trasfondo significativo en el contexto electoral, ya que el país se prepara para la segunda vuelta de gobernadores y se acerca a las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2025.

En su discurso, Boric destacó las iniciativas de su gobierno enfocadas en combatir la violencia de género, además de hacer un llamado a votar por candidatos que defiendan los derechos adquiridos. Este mensaje fue recibido como una indirecta hacia la oposición, que podría anhelar un retroceso en estos logros si obtiene el poder.

La oposición no tardó en reaccionar. Desde las filas de la UDI, su presidente, diputado Guillermo Ramírez, tildó de "intervencionismo electoral" a las declaraciones del mandatario, argumentando que reflejan la "desesperación" del líder de La Moneda ante las cifras de su bajo nivel de aprobación. Ramírez y otros líderes de la oposición también criticaron lo que consideran un "doble estándar" por parte del gobierno, señalando que carece de autoridad para abordar cuestiones de género, especialmente a raíz del polémico caso Monsalve.

Por otro lado, el oficialismo defendió las palabras de Boric. El senador Juan Antonio Latorre, del Frente Amplio, expresó su apoyo, indicando que el Ejecutivo ha enfrentado una constante y feroz resistencia de la oposición, lo que ha hecho necesario recordar la importancia del liderazgo y de los principios defendidos por su administración.

Las elecciones se acercan y la tensión política aumenta. La pregunta que muchos se hacen es: ¿será este un punto de inflexión para el gobierno de Boric o marcará el inicio de una nueva era de confrontaciones políticas en Chile?