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¡Tensión en Asia! China reacciona al despliegue militar de EE.UU. en Filipinas

2024-09-22

En un giro sorprendente en la geopolítica asiática, China ha levantado la voz contra el reciente despliegue del lanzador de misiles estadounidense Typhoon en Filipinas, afirmando que este movimiento "socava la paz y la estabilidad en la región". Mientras tanto, el gobierno filipino ve esta cooperación militar como un avance positivo, considerándola como un "paso significativo en la colaboración bilateral" entre Manila y Washington.

Lin Jian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, arremetió contra Estados Unidos, acusándolo de estar "empeñado en avanzar en el despliegue militar en Asia-Pacífico para perseguir ventajas militares absolutas". Además, advirtió que esta situación podría "avivar aún más una carrera armamentística en la región", un riesgo que muchos expertos consideran alarmante.

El sistema Typhoon, que fue entregado en abril en una ubicación no revelada del norte de Luzón antes de las conocidas maniobras militares conjuntas Salaknib 24, se destaca por su capacidad para atacar tanto objetivos terrestres como aéreos, gracias a su versatilidad y potencia de fuego. Equipado para llevar diversos tipos de armamento, incluyendo misiles de crucero Tomahawk, muchos analistas lo ven como un juego de cambio en la zona.

Adicionalmente, después del Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de Defensa firmado en 2014, Estados Unidos ha obtenido acceso a cinco bases militares en Filipinas. Uno de estos emplazamientos está estratégicamente ubicado frente a Taiwán, lo que ha elevado las preocupaciones en Pekín sobre la creciente influencia militar estadounidense en la región.

A pesar de las protestas chinesas, Filipinas ha continuado utilizando el sistema Typhoon para sus entrenamientos y Estados Unidos ha confirmado que permanecerá en el país de manera indefinida. La situación no solo representa un aumento en la cooperación militar entre Filipinas y EE.UU., sino que también ha llevado a Manila a buscar una relación más estrecha en temas de seguridad con Japón. Este escenario tensa las relaciones en un área ya frágil, y plantea preguntas sobre el futuro de la paz y la estabilidad en el Indo-Pacífico.